SEC. INF. GRAL. PAG. 6 CINTILLO: RAZONES CABEZA: La cargada jurasica CREDITO: Jorge Fernandez Menendez Quizas no sea estrictamente asi pero la gran mayoria de los analistas politicos sospechamos de que en la nueva dirigencia del PRI y a cobijo de la candidatura de Ernesto Zedillo se han vuelto a entronizar los sectores politicos desplazados durante el salinismo y sobre todo por la candidatura de Luis Donaldo Colosio. Lo cierto es que se ha regresado a un sistema de cuotas de poder para distintos grupos que, en este espacio hemos dicho que funciona como una suerte de Ficorca politico, mediante el cual el candidato Zedillo asume costos politicos anteriores a cambio de disciplina y lealtad. En este sentido, el muy desafortunado desplegado de apoyo, suscrito por varios ex funcionarios publicos -que se gestiono y publico sin la autorizacion del propio Zedillo- intento ser el punto mas alto de esta cargada jurasica y, quizas, su punto de inflexion. Pero sera hasta que se conozcan las listas de candidatos a senadores y diputados del PRI, cuando sepamos si el candidato tricolor en la busqueda de acuerdos de fondo con la vieja clase politica ha continuado o cancelado la linea de renovacion partidista que habia impuesto Colosio. Lo cierto es que el retraso en la elaboracion de las listas de candidatos priistas se debe a que en el equipo de campana se esta evaluando cual es el nuevo punto de equilibrio entre esas diferentes corrientes y en que medida se re spetaran las posiciones tradicionales que reclaman los sectores y grupos de poder. No podemos olvidar que Colosio habia dicho a sus mas cercanos colaboradores que en las listas no habria ni viejos politicos ni ex gobernadores. Pero la situacion ha cambiado radicalmente en este sentido y la muerte del sonorense y el regreso politico de sectores desplazados ha despertdo las expectativas de muchos grupos y politicos que se pensaban ya fuera de los centros de poder. En los hechos, Zedillo debe buscar un equilibrio, a la hora de elaborar las listas, entre los distintos grupos de la vieja clase politica, las posiciones de los sectores, los espacios para su aun pequeno equipo personal, los hombres ligados directamente al salinismo y la llamada generacion del cambio que se alineo con Colosio. En este sentido, el equipo personal de Colosio ha optado por buscar posiciones de eleccion popular. Sin embargo pareciera que solo tres de ellos podran aspirar a una senaduria: Guillermo Hopkins por Sonora, Samuel Palma por Morelos y Jose Luis Soberanes por Sinaloa. Existe una propuesta -aun sin respuesta- para que Diana Laura Riojas de Colosio se convierta en candidata a senadora por el DF o por Nuevo Leon (un estado donde tambien tiene posibilidades Ricardo Canavatti). Pero no habra mucho mas para el equi po personal de Colosio en la Camara Alta. Por el contrario lo que resulta mas significativo son las desmedidas aspiraciones de la vieja clase politica y particularmente de ex gobernadores por ocupar una curul en el Senado. Se habla para ello, en primerisimo lugar, de Carlos Hank Gonzalez, tanto para el DF como para el estado de Mexico, y se lo ubica con posibilidades ciertas de convertirse en lider del Senado, aunque el propio secretario de la SARH ha desmentido, en varias oportunidades esa version. En Durango, pese a que estuvo a punto de lograr q ue la oposicion ganara las elecciones y a ese prestamo de miles de millones de pesos solicitado 72 horas antes de abandonar el poder (un regalo con vencimiento a 30 dias con el que se encontro Maximiliano Silerio Esparza al asumir la gubernatura) prestamo que nunca se supo en que se utilizo, el ex gobernador Jose Ramirez Gamero, apoyado plenamente por Fidel Velazquez reclama el primer lugar para la senaduria. En Aguascalientes, en donde se creia que Juan Fernando Palomino Topete, con todo el apoyo de Otto G ranados Roldan, seria el candidato a senador, tres politicos de muy vieja guardia, Miguel Angel Barberena, Augusto Gomez Villanueva y Enrique Olivares Santana se sienten ahora con posibilidades de regresar por la puerta grande. En Veracruz, donde Miguel Angel Yunes tenia todas las posibilidades de convertirse en senador, los partidarios de dos ex mandatarios, Dante Delgado y Fernando Gutierrez Barrios (solo si se le propusiera la presidencia del Senado), estan pujando por la candidatura, sin sumar a muchos otros, como el ahora diputado Gustavo Carvajal Moreno. Para Quintana Roo se habla de otro ex gobernador, Pedro Joaquin Coldwell, aunque alli la CROC reclama su "cuota" en la persona de Salvador Ramos Bustamante. Otros dos ex gob ernadores pelean la senaduria por Tlaxcala: se trata de Tulio Hernandez y de Samuel Quiroz de la Vega. Tambien dos ex gobernadores aspiran a la senaduria por San Luis Potosi: Gonzalo Martinez Corbala y Teofilo Torres Corzo, aunque alli algunos ubican a uno de los pocos hombres del equipo intimo zedillista: Esteban Moctezuma, quien, por cierto, no nacio ni vivio en ese estado, del cual son originarios sus padres, lo que lo habilita constitucionalmente para ello. En Campeche otro ex gobernador cetemista -que al igual que Ramirez Gamero en Durango dejo una estela de problemas graves en su entidad- tambien trata de lograr la senaduria: Alberto Carrillo Zavala. En Michoacan, el ex interino Genovevo Figueroa Zamudio cree tener posibilidads. Dos ex gobernadores no estan en estas listas: Beatriz Paredes y Heladio Ramirez. La primera designada subsecretaria de Desarrollo Politico, el segundo encargado de la comision de atencion a los pueblos indigenas. Ambos son politicos con una trayectoria personal y un capital politico que proporcionar al gobierno federal. Ambos, tambien, hubieran tenido fuertes posibilidades de competir en esta carrera, pero hubieran sido un factor de conflicto en la estructura de poder en sus estados. La gran diferencia de B eatriz y Heladio con muchos de los nombrados es que no han perdido su legitimidad. No es poco. Para la mayoria de los otros casos, Zedillo debera tener una respuesta. Debera tomar en cuenta que, si no se guarda el equilibrio, si no existe un espacio para la nueva clase politica, el PRI acrecentara sus riesgos electorales. Zedillo debera recordar, en este sentido, la leccion de 1988. .