PAG. 37 SECCION: CULTURA CABEZA: CARTAS DE AMOR CREDITO: PATRICIA MORALES "¨Las mias?, esas se perdieron", respondio Simone de Beauvoir a quienes preguntaron por sus cartas cuando en 1983 publico, ya editadas, las que Sartre (1905-1980) le escribiera a ella. Pero no se habian perdido; Sylvie Le bon de Beauvoir las encontro poco despues de su muerte, y la editorial Gallimard las publico todas, sin censura, en 1990. Su edicion en ingles Arcade New York, 1992 a cargo de Quintin Hoare, provoco tanto escandalo en los Estados Unidos como antes lo habia provocado en Francia. Cuando se conocieron, el de 24 anos y ella de 21, hicieron un pacto: "entre nosostros diria Simone se trata de un amor necesario, conviene que tambien conozcamos amores contingentes"; Sartre agrego: "nos lo diremos todo, no solamente ninguno de los dos mentira al otro, sino que nada simulara". Y al parecer lo cumplieron. A partir de entonces, y durante 50 anos, hablar cada uno con el otro fue para ellos como respirar; siendo la libertad el unico continente posible de sus amores. Estas, no cabe duda, son cartas de amor, y sin embargo unas muy especiales. No ocultan ni mienten. Aqui se habla con toda soltura y honestidad -¨de veras, sera eso posible?- de aquellos otros amores "contingentes". Con una desconcertante franqueza, Simone le dice todo a Sartre, sin omitir detalles desagradables de amantes suyos, hombres o mujeres. Ella y el siempre estuvieron involucrados en una compleja red de relaciones eroticas y de amistad; pero cada uno de estos vinculos fue secundario frente a su medu lar relacion. La Segunda Guerra impuso a Simone y Sartre el periodo de separacion mas largo; fue entonces cuando se escribieron a diario. El segundo paquete apretado de cartas lo conforman las escritas durante la estancia de Simone en los Estados Unidos entre 1947 y 1951, la mayoria despues de su apasionado romance con Nelson Algren. ¨El contenido de estas cartas? Novedades y chismes, el progreso en el trabajo de cada uno, reflexiones sobre la guerra y la politica, lo esencial tanto en la relacion entre ellos como de sus vinculos alternativos, sus estados de animo, temores, esperanzas. Para muchos, Simone, encarnacion misma del feminismo en los anos sesenta, autora de El segundo sexo una de las obras mas importantes de este siglo si de relaciones entre hombre y mujer se trata, resulto ser a veces manipuladora en la intimidad con Sartre. Y, decepcionados, aseveran que estas paginas muestran el lado oscuro de una relacion amorosa que habia inspirado a varias generaciones de hombres y mujeres. Para otros, es refrescante saberla humana, debil y dependiente como cualquiera. Podemos o no estar de acuerdo con Simone, puede o no sernos simpatica, lo cierto es que sus intimas contradicciones las vivio sin temor. Fue puritana a su modo; en el fondo se mantuvo leal a un hombre unico, mientras teorizaba sobre la supresion de la familia; fue muy formal aunque se empenara en romper toda suerte de tabues; una mujer apolitica que no leia los diarios, pero sin embargo marcho por las calles en contra de la ley que prohibia el aborto; en extremo cuidadosa de las formas, y aun asi capaz de v ivir todas sus emociones sin limite. Simone distinguio erotismo de amor, y asi evito que su relacion naufragara en las aguas siempre mortales de la rutina conyugal, o bien desfalleciera en las trampas de algun azar. La vida de Simone fue un cotidiano ejercicio de libertad. Ella y Sartre vivieron, redefinieron amor y etica en funcion de sus propias necesidades. Y permanecieron juntos unidos por un amor inteligente y libre sobre todo porque jamas se mintieron uno al otro; acaso matizaron experiencias, pero no hubo enganos. .