SEC. INF. GRAL. PAG. 4 CINTILLO: POLEMICA CREDITO: Ruben Alvarez CABEZA: Indigenas y Congreso Ante el presidente Carlos Salinas de Gortari, los dirigentes del Consejo Estatal de Organizaciones Indigenas y Campesinas de Chiapas solicitaron la creacion de una sexta circunscripcion electoral, que estaria integrada exclusivamente por representantes de los diferentes grupos de indios mexicanos que conservan contra viento y marea, sus propias raices culturales y se resisten a desaparecer ante el embate de grupos de poder y malos gobernantes. En el texto de su peticion, indicaron que en caso de que la creacion de dicha circunscripcion no procediera, demandarian entonces el establecimiento de cuotas dentro de las listas plurinominales de los partidos politicos para obtener el 10 por ciento de las curules dentro del Congreso de la Union, es decir, unos 50 legisladores federales. Asentaron: "Tenemos pleno derecho a contar con nuestra propia voz y representacion directa en las Camaras de Diputados y Senadores en la proxima Legislacion". Poco despues de su encuentro con el titular del Ejecutivo, uno de los dirigentes del Consejo, Margarito Ruiz, preciso que las etnias del pais reclaman reconocimiento politico a traves de una instancia nacional de los pueblos indigenas y que esta seria, precisamente, la sexta circunscripcion electoral. Ruiz explico que la demanda sobre el derecho y reconocimiento politico, no solo cultural, de los pueblos indigenas "no es nueva, sino permanente y de varios anos atras". La sexta circunscripcion, explico, representaria una region adicional a las cinco ya existentes, en las que se reparten las 200 diputaciones plurinominales que se distribuyen de acuerdo con el porcentaje de votacion obtenido por cada uno de los partidos politicos contendientes. Por su parte, Beatriz Paredes, presidenta de la Comision Nacional para el Desarrollo Integral y Justicia Social de los Pueblos Indigenas, considero que seria apresurado realizar nuevas reformas electorales para crear la sexta circunscripcion. Frente a los acontecimientos en Chiapas, tal proposicion del Consejo Estatal no podria sonar mas elocuente. Han estado tanto tiempo tan abandonados los pueblos indios y se ha abusado tanto de ellos, que podria ser atendible su peticion de contar con una representacion propia en el Congreso. Pero, desde nuestro punto de vista, la cuestion traspasa las fronteras de lo local y situa el debate en la esfera nacional. Con representacion en las Camaras federales, ¨quedarian las demandas de los pueblos indios verdaderamente atendidas? Creemos que solo parcialmente. Las demandas indigenas, al menos las planteadas por el Consejo Estatal y algunas de ellas reivindicadas tambien por el EZLN, no afectan nada mas a esos pueblos. Problemas como la discriminacion, la explotacioon y el abuso, forman parte del cuerpo mas amplio de injusticias contra amplios sectores de la poblacion que estan sumidos en condiciones de pobreza o de pobreza extrema. Como integrantes de la sociedad mexicana, sus demandas no son atendibles solo porque se trata de grupos indigenas, sino porque las condiciones de injusticia son intolerables y denigrantes en un pais que con un pie esta en el primer mundo y con el otro en el tercero. Es decir, la condicion de indigenas no diferencia su pobreza y explotacion de la del resto de grupos sociales del pais igualmente marginados. Estos pueblos constituyen, sin duda, una parte muy importante y sensible del tejido social mexicano, cuya realidad lacerante quedo al descubierto (aunque por muchos anos ahi estaba latente y no se le queria atender) una vez que ocurrio el levantamiento armado del primero de enero pasado. Pero nada hay que garantice que una circunscripcion electoral exclusivamente indigena seria la mejor forma de reconocer los derechos politicos de esos pueblos. Chiapas era, como se recordara, la entidad de las votaciones unanimes y las casillas electorales "zapato", en las que algunos candidatos del PRI obtenian el cien por ciento de la votacion. Se podra argumentar -de manera muy endeble-, que esos pueblos tenian sus formas muy particulares (ancestrales, se decia) de elegir a sus dirigentes pero que una vez que la decision se adoptaba, solo pedian al PRI el registro del elegido y toda la comunidad votaria por el. Despues del primero de enero, especialmente en esa entidad del sureste, las cosas ya no podran ser igual. Sin embargo, ademas de las limitaciones de tiempo para efectuar una reforma electoral en el sentido de la que ayer le fue solicitada al presidente Salinas de Gortari, no nos persuade la idea de que una porcion bien precisa (el diez por ciento) de las curules deban corresponder a los pueblos indios, como forma de reconocimiento politico. Por lo demas, esos pueblos estan distribuidos por todo el pais. ¨Que hacer, por ejemplo, con los huicholes, los tarahumaras, los yaquis o los seris, todos ellos ubicados en el norte de la Republica Mexicana? Adicionalmente, nadie podria garantizar que un partido politico no utilizaria la creacion de esa circunscripcion con fines totalmente opuestos a los originales o simplemente para beneficio propio. Por ultimo, representantes indios en la Camara de Diputados puede no necesariamente significar beneficios para sus pueblos, del mismo modo que la presencia de legisladores de los "sectores" obrero, campesino o popular no siempre se ha traducido en ganancia para sus representados, sino, en ocasiones, al contrario. Tampoco seria prudente demandar cutoas fijas a los partidos politicos en sus listas de candidatos al Senado o la Camara de Diputados. Nadie pretende conculcar los derechos politicos de esos pueblos. Acabar con los abusos y restituir plenamente esas garantias, es un reclamo republicano. Pero quiza la mejor manera de interpretar esa demanda latente (la de representacion en el Congreso), pueda encontrarse en la incorporacion a partidos politicos ya existentes, dentro del los cuales habrian de dar la batalla por lograr candidaturas a puestos de eleccion popular, o la formacion de organizaciones partidistas regionales, con pleno derecho y capa cidad para ganar la mayoria en los congresos locales y aun las gubernaturas de los estados. A partir del primero de enero, desde Chiapas o desde cualquier otro lugar en donde se encuentran los pueblos indigenas, su voz ya no podra ser acallada. .