SECCION ESPECTACULOS PAG. 36 BALAZO: PRIMERA Y REVERSA CABEZA: Pink Floyd, el ritual del espectaculo CREDITO: SERGIO MONSALVO C. A partir de la decada de los sesenta, los artistas dentro de la musica formularon uan nueva estetica de la imagen. Piedra de toque, en tal decada los musicos y poetas empezaron a eliminar los temas narrativos y representativos de su obra y a experimentar, via alteracion de los sentidos, con composiciones de formas y metaforas que no tenian ningun parecido con las percepciones visuales ordinarias del mundo fisico. Entre las fuentes para estas novedosas concepciones, algunas fueron identificadas con un rechaz o deliberado hacia los objetos materiales y por una busqueda de formas visuales y auditivas abstractas que serian el mejor soporte para sombolizar al hombre en sus fantasias, suenos, viajes interiores, expansion de la mente. Quienes optaron por ellas encarnaron a los devotos de la psicodelia. Tal corriente de pensamiento fue apoyada con la creacion musical. De ella emergieron infinidad de grupos de los cuatro puntos cardinales: Pink Floyd fue el representante de Albion. El grupo, integrado entonces por Rick Wright, Roger Waters, Nick Mason y Syd Barret, se dio a conocer a nivel global con el disco The Piper at the Gates of Dawn (1967), titulo surgido de uno de los poemas del visionario William Blake. "Extrana musica espacial", la llamaban. Syd Barrett era el principal instigador y explorador de tales vericuetos: mente-musica-imagen. A el se debio en gran medida el desarrollo del concepto escenografico del rock, mismo que ha llegado en la actualidad a impactantes sofisticac iones. Pink Floyd era la idea general de psicodelia. Tocaba de manera interminable y con solos "free", porque la existencia de John Coltrane les permitio aceptar intelectualmente sus deficiencias musicales y acercarse al jazz y al blues. De esta forma Barrett se convirtio en James Joyce, Lewis Carroll o Tolkien, Aliester Crowley. Fue el viaje iniciatico, del que su musica pretendia ser la metafora. Syd ahora esta peor que muerto. Se perdio en el camino, como un autentico Nerval del Telecaster. Con el el rock ofrecio una identidad, un ideal imposible del yo, una piel usurpada. Por ello no fue el acido el que elimino a Barrett, sino un juego de roles, que el interpreto hasta el limite extremo. La cultura de los sesenta y sus pretensiones prometeicas. Barrett, antes que nada, es la ilustracion de una parabola: el rock como fuego robado a los dioses, el rock como mito. Luego devino Waters como cabeza visible del grupo. Se erigio en el razonamiento agudo, penetrante, incisivo, de su entorno social, apoyado por una grandilocuencia interpretativa de lo musical. Condujo a sus huestes por esa senda, a la que iria agregando refinamientos y temas monumentales. La razon para llegar al conocimiento. A la postre prefirio el camino individual, para la creacion de un fabuloso teatro musical que apoyara sus conceptos. Surge entonces David Gilmour como la personalidad dominante del grupo y mantiene a Pink Floyd en activo. Rimbombante y bombastico. Tras algunos anos deserticos, se presentan a la decada de los noventa con un nuevo album y la realizacion de una gira mundial. The Division Bell, el disco, mira al presente en un espejo retrovisor. Pink Floyd entra al futuro retrocediendo. En el camino se quedo sin alma (Barrett), sin cerebro (Waters). El shock del reconocimiento: un Narciso pasmado ante su imagen que evidencia inanicion creativa, melancolia por lo ausente, lo perdido, "Marooned" y "Lost for Words" asi lo pregonan. "What Do You Want from Me?", inquiere Gilmour. A lo que cabe responder: ¨donde quedo el prodigio del artista que arriesga, que sorprende al pintar el lenguaje musical, ese que muestra ambicion al trazar lineas magicas, que materializa y da color al pensamiento? Barrett lo hizo y reto al cosmos; Waters lo hizo y trascendio. Conformaron la leyenda. Gilmour se tiende laxo en su umbria. Disco en transicion perezosa, demasiado larga ya. Sin alma y sin cerebro se presentan en concierto en este 1994. Les queda el recurso del espectaculo y lo aprovechan a la perfeccion. Monumental tinglado pleno de luces multicolores, rayos laser de toda magnitud, pirotecnia, pantallas gigantescas, imagineria musico-visual diversa, sonido cuadrafonico, grandes esferas, humo, objetos voladores luminicos, en fin, un templo de la parafernalia para poner en escena el recuerdo de un mito. Comunicacion ritual con instrumentos multi-media para intentar identificarse con otra generacion de escuchas. En el sentido espectacular lo consiguen, en lo musical no han retornado a la vida con lenguajes renovados .