SECCION ESPECTACULOS PAG. 37 BALAZO: SONIDOS CABEZA: Traigo esos blues kozmicos otra vez, Mami... CREDITO: OSCAR SARQUIZ F. Una vez asentado el polvo de estrellas y atentado el alborozo inducido sensorialmente por el circo de luz y sonido de Pink Floyd en concierto, brilla aun, cuerdo y pulidisimo diamante, su mas reciente album, corazon y medula del triunfante Tour Of The World 94 con que nos deleitaron y asombraron el fin de semana pasado. La larga y profusa historia del grupo mas exitoso surgido de la sicodelia podria sintetizarse en un valiente viaje espacial de exploracion -como el del famoso Enterprise- en ambitos tanto in ternos como externos. Los nudos dramaticos de su emocionante y conocida saga han sido el temprano extravio del capitan -Syd Barrett-, quien se quedo en orbita dentro de sus propias circunvoluciones cerebrales; y la desercion de su sucesor, el depresivo y duro primer oficial Roger Waters. Dado que la nave hallo oro y platino en su periplo al colonizar el Lado Oscuro de la Luna, sus tripulantes sobrevivientes han tenido muchas causas y motivos para lamentar la perdida de su primer adalid antes de lograr tan exitosamente sus metas; demasiado reciente aun la reyerta que los orillo a eyectar a un lider que se iba tornando tirano conforme su vision devenia mas y mas oscura, parecen retomar hoy su antigo pesimismo -un tono melancolico que ha tenido gran eco, repercusion y exito mundial, por algo sera- para reelaborar su perdida y ampliarla a ominoso comentario sobre el clima tormentoso de las relaciones humanas, a la vez que hacer las delicias de practicamente todos sus millones de admiradores. Pink Floyd, nacido iconoclasta y revolucionario, es hoy un grupo estolidamente conservador, cualidad especifica de todos aquellos que tienen algo que conservar. Ellos se han caracterizado por no descartar una sola de las ideas que han descubierto y acunado a lo largo de su carrera de casi 30 anos, y funcionando sobre el irrefutable axioma de que no hay que reparar lo que no esta descompuesto, han realizado un album calculado para satisfacer a todos los que en el pasado -desde Dark Side hasta Delicate Sound- han aprendido a identificar lo que acertadamente bautizo Barrett en su genesis el Pink Floyd Sound. No por ello han confeccionado un album vacio de intencion, todo lo contrario, desde su titulo evocativo de un llamado a la discordia hasta la ultima ironica contemplacion retrospectiva de lo que sucede con los anos a las altas aspiraciones, esta es una expresion vital de lo que a David Gilmour y Rick Wright han inspirado los concentricos eventos de su querella con el expulsado autor de The Wall y el caos belico que se ha aduenado de Europa y luego el mundo tras el supuesto fin de la Guerra Fria simbolizado por el derruido muro que se volvio ahora si que gravoso souvenir. Discoleria y guerra, division esteril, tristeza que se acecha la vida habitan este disco que inicia con ruidos planetarios desde que interpela al publico insaciable: "¨Que quieren de mi? "Polos Aparte" lamenta otra vez al Syd que quisieran estuviera aqui, mas "Un Gran Dia para la Libertad" pondera dolosamente "Fronteras que cambian cual arenas del desierto/ Mientras las naciones se lavan manos sangrientas" desde el dia que la caida del muro fue apoteosis del disidente Waters; "Portando lo interno afuera" es otra inusitadamente tersa vineta de autismo paranoico, quien sabe si de los ausentes o de los presentes; "Retirarlo" habla de amor, pero para advertir que ella lo retirara algun dia, y "Volviendo a la vida" alude a la agridulce superviviencia resumida en la lapidaria verdad de que todos nacemos, vivimos y morimos totalmente solos. Hasta la comunicacion que se opone a esta sentencia es cuestionada en "Sigue hablando", las palabras que implora el cantante parecen mas llamadas a llenar el temido silencio que a remediar su desesperada conclusion: "no vamos a ninguna parte". Las de "Extraviado sin palabras", son de franco reproche; confrontada por unos guantes de box, la letra increpa al rijoso y negativo contrincante que trato de impedirles el uso de su nombre a su salida del grupo, y que, para congoja de Gilmour, no parece dispuesto a h acer las paces: "Asi que abro mi puerta a mis enemigos/ Y pido que borremos la pizarra/ Pero me dicen que me chingue por favor/ Sabes, nomas no puedes ganar". Tanta melancolia sintetizada en el final requiem por las "Altas aspiraciones" no esta incrustada en musica abrasiva e inquietante que dicta la moda. Fiel a la brujula que los oriento hacia uno de los mayores exitos del orbe, Floyd & Co. ofrece musica fluida y grata, consistentemente disfrutable, melodias memorables y acogedoras armonias; bienvenido consuelo a nuestras -y sus- tristezas irremediables, esos blues cosmicos que son tan parte de la vida como sus contadas alegrias. Medio demerito por comprensible autoplagio. Pink Floyd, The Division Bell, Columbia (****1/2) .