SEC. INF. GRAL. PAG. 9 CINTILLO: EZP OLVIDO LA FORMALIDAD CABEZA: Clamor de vecinos: "dejan siquiera saludarlo" CREDITO: LEOPOLDO RODRIGUEZ El economista graduado en el Politecnico, el candidato a la Presidencia de la Republica, dijo a sus interlocutores de la otra casa de estudios: "Me gusta picar a los universitarios", y enseguida solto la risa y broto la de los demas. Ernesto Zedillo Ponce de Leon bromeaba con la respuesta a una profesional universitaria. Pero, ya serio, recordo que su madre inicio una carrera en la UNAM, que no vio concluida. Alli, en la casa de don Baltazar Vez Madrid, a unos pasos de la suya propia, Zedillo olvido la formalidad. El dialogo vecinal se tornaba en momentos en una charla de amigos, agradable, como mejor forma tal vez de abordar los serios problemas de la ciudad capital. En ese clima tibio, de manana soleada iban y venian los planteamientos, las respuestas y los compromisos, "si llego a la presidencia". Matizada con la presencia de cronistas de television, actores, empresarios, escritores, pintoras, maestros y ciudadanos comunes, el candidato se desenvolvia a gusto, en la convivencia de proselitismo. Matizo tambien el color beige, como si ayer la vestimenta fuera tematica. Zedillo con un conjunto de chamarra y pantalon, su esposa Nilda Patricia, otro tanto y el mismo colorido alcanzo, como si alguien hubiera dado el aviso a tiempo, a los guardias de seguridad, colaboradores cercanos. Un beige bien definido, marcado por el sol mananero. Dos, casi dos horas de dialogo abierto, franco, como el de Alma Rosa, habitante del Cerro del Judio. "Disculpe que me haya alargado y hasta alterado, pero es que soy muy aventada". Despues de los de Zedillo, el aplauzo a la "aventada" fue el mas nutrido. Y mientras, afuera de la casa numero 14 de Cruz Verde, unos 200 vecinos de El Ocotal, ya coreaban el nombre del abanderado, lo pedian. Adentro, comenzaban ya las salutaciones, porque Zedillo dio a elegir casi al termino de la reunion: "Dos preguntas mas y me voy, o saludo a todos de mano". Todos pidieron lo segundo y se inicio el protocolo. Mientras, observado por pocos, un hecho que alarmo tambien a unos cuantos. El individuo era joven, no mas de 30 anos, alto, que de pronto se aparecia junto al candidato sin que se supiera quien era ni a quien representaba, fue invitado por los de seguridad a seguirlos a un lugar algo apartado de la reunion. El sujeto acudio, pero solo para insultarlos, pero mas tardo en hacerlo que en ser silenciado. Pocos lo vieron y tambien pocos escucharon dos, tres, leves quejidos. Las salutaciones continuaron; el hecho desapercibido. En otro lugar, en el seccional 3048 las cosas fueron al reves, una senora de edad avanzada se molesto porque en ese lugar, segundo y ultimo de la gira, Zedillo estuvo poco tiempo. "¨Por que se lo llevan tan pronto?", preguntaba a uno de seguridad. "Dejen siquiera saludarlo" y dicho eso cogio de la camisa al interrogado y a punto estuvo de golpearlo en el rostro. Zedillo Ponce de Leon abandonaba ya la casa numero 14, la de don Baltazar. Afuera, los del Ocotal, con gritos de: "Se ve, se siente, Zedillo esta presente", conducidos, con gorra en mano, por Luis Avila Barrios. El candidato respondia a dos preguntas de la prensa. ¨Se sintio satisfecho con la reunion? -Satisfecho. Como dije hace dias, la pauta de mi campana sera escuchar a la gente. Y a la otra, sin falsas modestias, respondio: "Me siento optimista. Creo que mis conocimientos, mi experiencia y mi voluntad me haran salir adelante en esta contienda". Con los del Ocotal, el compromiso: "Si, pronto estare con ustedes para los problemas planteados, los conducia con Manuel Jimenez Guzman, presidente del PRI capitalino. Ya en el seccional 3048, unos minutos de palabras calidas, breves, "Cuiden mucho mi campana, les dijo, en este seccional siempre hemos ganado y ahora tambien, dependera de ustedes". Apretones de manos, mas salutaciones. Eran casi las 12:30. El candidato subio a su vehiculo, nunca se dio cuenta que una simpatizante, entrada en anos, queria saludarlo directamente y que por ello casi golpea a un guardia de seguridad. Fue manana de criticas a las autoridades capitalinas, de compromisos, de salutaciones, de color beige. .