SECCION: ESPECTACULOS PAG. 37 CINTILLO: SONIDOS CABEZA: Del llamado del flautista a la campana divisoria CREDITO: OSCAR SARQUIZ F. La profusa produccion de Pink Floyd en 27 anos de actividad fonografica evidencia los movimientos contrarios que han caracterizado al grupo: de iconoclastas adalides musicales del vanguardismo experimental londinense de la segunda mitad de los sesenta a forjadores y preservadores de un estolido cuan exitoso conservadurismo; del mas alegre e inquieto entusiasmo juvenil al mas taciturno y depresivo pesimismo ante el futuro; de la despreocupada impredecibilidad aleatoria al rigido control de un espectaculo multimedia de precision y complejidad cuasimilitar, del protagonismo individual de sus personalidades fundadoras a la anomia de musicos de estudio no acreditados bajo el control de un productor chambista de eficacia comprobadamente rentable; de solidario conglomerado amiguero reunido en el politecnico de Regent Street en Londres en torno a la comun aficion artistica, a anonima corporacion multimillonaria, resurgida de un cisma irreconciliable y comprometida sobre todo con sus propios imperativos financieros .. Efectivamente, el verdadero Pink Floyd 94 se ubica en los antipodas de aquellos tres estudiantes de arquitectura (el bajista Roger Waters, el baterista Nick Mason y el clasicamente adiestrado tecladista Rick Wright) que al contacto con la creatividad desbordada de un talentoso primitivo (el guitarrista Syd Barrett) que los bautizo con los primeros nombres de dos olvidados blueseros que vio en su coleccion discografica -Pink Anderson y Floyd Council- y los impulso a incorporarse como "banda de casa" de moda en el naciente movimiento de los "Subterraneos Espontaneos" artisticos londinenses donde iniciarian una busqueda liberrima de posibilidad sonoras que culminaria en un encasillamiento autorrepetitivo facilmente consumible, masiva e internacionalmente aclamado. Su primer sencillo de febrero del 67 Arnold Layne -sobre un travesti cleptomano- no fue premonitorio del futuro album mas persistente en listas de popularidad en la historia de las grabaciones, el multimillonario Dark Side of the Moon. Precedio, eso si, a See Emily Play, uno de los sencillos mas frescos y atrevidos de ese ano en que surgirian, grabados literalmente lado a lado, tanto el emblematico Sergeant Peppers de los Beatles, como The Piper At The Gates Of Dawn (67), primera coleccion que plasma los resultados de ese metodo experimental y aleatorio de creacion musical -notablemente Astronomy Domine e Interstellar Overdrive que exploraron los cuatro en numerosas (y a veces muy fallidas) sesiones publicas de busqueda en locales como el legendario club UFO londinense-. Es muy conocida la consiguiente caida icariana del lider espiritual Barrett desde las alturas de sus vuelos sicotropicos, y su reemplazo emergente con un viejo camarada que logro llenar su hue co con reditos; capaz de emular los experimentos guitarristicos de Syd, el rubio ex modelo David Gilmour era ademas un requintista ducho, versado en los ritos iniciaticos del blues subyacente en toda la escena del rock ingles sesentero y cuyos ecos infundiria infaliblemente en adelante al espiritu crecientemente ominoso del grupo. Gilmour protagonizo ya A Saucerful Of Secrets (68), que continuo aun la experimentacion ilimitada con la pieza titular, la inicial Let There be Light y la conocida Set The Controls For The Heart Of The Sun la tradicion experimental del Pink Floyd Sound y las influencias de su espiritu guia (oraculos chinos y cuentos de hadas infantiles, ciencia ficcion y fantasia tolkieniana, baladas folk inglesas y blues de Chicago, electronica vanguardista, Donovan, Beatles y Rolling Stones) con apena s una postrer muestra de su creciente locura, la inquietantemente trunca Jug Band Blues, anticipo de su inminente album solista The Madcap Laughs (70), documento de su locura. Ya sin el, el grupo sonorizo con divagaciones instrumentales y baladistas folcloroides las cintas More (69) y La Vallee (Obscured By Clouds) de Barbet Schroeder antes de lograr su mayor impacto hasta entonces con su siguiente album doble Ummagumma (69), que documenta el creciente pulimiento del Floyd en concierto en versiones definitivas de sus extensos vuelos cosmicos instrumentales grabados en el Royal Albert Hall y adicionados con la ominosa Careful With That Axe, Eugene, pero contiene el germen de la futura disidencia en la segmentacion del album de estudio, repartido con desigual efectividad entre los disparmente dotados Gilmour (mejor musico del grupo), Wright (que da vuelo a sus influencias de Schoenberg y Stockhausen), Waters (musico mediocre, mas conceptualizador que compositor) y Mason (junior adinerado y baterista aficionado; sobran comentarios). Sin embargo, no serian sus desiguales sesiones experimentales en vivo o en el estudio las que harian de Pink Floyd futuros favoritos de las mayorias, sino el manso sonido seudosinfonico que exploraron por primera vez en Atom Heart Mother (70), album cuidadosamente pulido pero tan manso que lleva en portada una vaca y es poco mas que una orquestacion de las ideas individuales del anterior, cuyas tenues aspiraciones vanguardistas no redimen su mediocridad Muzakera. Waters comusicalizo luego el document al The Body, (70) a la vez que Barrett lanzo un patetico album eponimo antes de recluirse finalmente bajo el cuidado de su madre; se reeditaron luego sencillos primeros y/u olvidados en la recopilacion Relics (71) como preambulo a la aparicion de Meddle (71), album que repite la formula de su predecesor con mas efectividad en su pieza titular e incluye la extensa composicion Echoes, acaso su mas lograda hasta entonces y una de sus perdurables favoritas en directo. Pero nada de lo anterior presagiaba el contundente exito del antes mencionado Dark Side Of The Moon (72), uno de los mas vendidos de la historia y sin duda el mas sujeto a pillaje por toda suerte de musicalizadores incidentales por la calidad de grabacion lograda por el grupo y su ingeniero Alan Parsons y por los novedosos efectos sonoros que permean su sombria reconsideracion de las mundaneidades que en adelante condenaria acremente Waters como principal compositor del grupo. Uno de los innegables p inaculos de la carrera grupal, el album originalmente titulado Eclipse, combina perfecto balance con accesibilidad que les franqueo popularidad e ingresos prontamente invertidos en el crecimiento de su legendaria espectacularidad escenica, que desde siempre ha enfocado su enfasis no en el grupo, sino en los efectos tecnologicos que los caracterizan desde la adopcion en 1969 de su unico y siempre creciente sistema de sonorizacion cuadrafonica y una bateria de recursos visuales de punta. Tras la reedicion de sus primeros LPs A Nice Pair (74), Pink Floyd y especialmente Gilmour (quien siempre cargo dificultosamente el fardo de ocupar el legitimo lugar de un amigo caido en desgracia) prepararon lo que seria uno de sus pinaculos artisticos, Wish You Were Here (75), obra conceptual dedicada al fundador del grupo y palpablemente mas emotiva y personal que sus predecesores, donde destacan piezas tan memorables como Shine On, You Crazy Diamond y Have a Cigar. La crecien te acritud de Waters, aun pendiente de revelar su origen psiquico, domino el siguiente album, Animals (77), que no logro la perfeccion de su predecesor, lastrado por el protagonismo del bajista y la negativa animosidad social reflejada en sus obvias y chatas metaforas zoologicas. La fallida fabula, empero, introdujo el famoso globo porcino que fue noticia cuando se zafo de sus amarras durante la sesion fotografica para la portada, causando una emergencia aerea sobre Londres en su trayecto de 14 mil p ies rumbo a lo desconocido. Documentando la creciente disidencia al interior de un Floyd crecientemente dominado por Waters, durante 1978 Mason se ocupo en producir entidades tan dispares como a los protopunks ingleses The Damned y al progrejipi Steve Hillage, mientras debutaban como solistas David Gilmour, y Rick Wright, con Wet Dream. Entretanto, Waters alcanzaba su cumbre como compositor, escribiendo integramente las canciones de una extensa y personal obra conceptual que pasaria a la historia como una de las maximas y mas famosas realizaciones de Pink Floyd, pese a estar coestelarizada por el productor Bob Ezrin -artifice del cada vez mas comercial sonido futuro del grupo- y un anonimo elenco de musicos sesioneros de estudio: The Wall (79), concrecion de las amarguras de su autor a raiz de la muerte de su padre en la segunda guerra mundial durante la catastrofica ofensiva inglesa en Anzio. Vehiculo tambien de su indignada rebelion ante la rigida educacion tradicionalista a que lo sometio su madre en su ausencia (cuando Rogers trabo contacto con Barrett y sus otros futuros coequiperos, era un rebeldon motocicletero), el relato de enajenacion de un superestrella rockero logro mas palpable resonancia en las 29 escasas representaciones de su espectacular escenificacion en gira por el coro antiautoritario de sus pegajosos sencillos Another Brick In The Wall y Run Like Hell, que por su sombria y premonitoria advertencia del potencial fascistizante el rock captado en la subsecuente cinta homonima de Alan Parker. Paradojicamente, esta arenga libertaria causo la primera desercion en el grupo que abandono Wright alegando diferencias insalvables con el cada vez mas hegemonico Waters. El vacio creativo lo llenaron Nick Masons Fictitious Sport (81), colaboracion independiente del baterista con la pianista de jazz Carla Bley y el cantante Robert Wyatt; y A Collection of Great Dance Songs (81), antologia de ocasion de los mas memorables y accesibles sencillos del grupo. Pero el cisma era un hecho: el siguien te album acreditado a Pink Floyd, The Final Cut (83), fue practicamente un solista de Waters coproducido por su orquestador Michael Kamen, un tedioso ejercicio de autoconmiseracion y pesimismo que agoto los obsesivos temas de paranoia y antibelicismo de su autor, a la vez que la paciencia de sus distanciados camaradas. Sin mayor contemplacion, lo dieron por despedido del desintegrado cuarteto al tiempo que surgian en 84 las secuelas solistas About Face de Gilmour e Identity de Wright. S u ex bajista contraataco ese mismo ano reivindicando su propio territorio creativo con The Pros And Cons Of Hitchhiking, album repleto de socios tan ilustres como Kamen, Eric Clapton, David Sanborn y Ray Cooper, que ademas llevo de gira con profusion inaccesible para el elefantiasico espectaculo floydiano. Actividades individuales menores -Profiles (85) de Mason, David Gilmour & Friends en concierto; When The Wind Blows (86), banda sonora filmica de Waters y su siguiente logrado y apocaliptico conceptual, Radio K.A.O.S. (87), enmarcaron litigios sobre el nombre del grupo bajo el que Gilmour y Mason invitaron a Wright a trabajar juntos una vez mas, contra la voluntad del ahora contrincante, cuya contrastante accesibilidad llega al extremo de recibir solicitudes de complacencias en escena- incluso de material del Floyd. Sus tres oponentes reunidos lanzaron luego A Momentary Lapse Of Reason (87), album que reproduce tan fielmente en sus sencillos Only Learning To Fly y One Slip los manerismos tradicionales del grupo que logra encubrir razonablemente la ausencia del ideologo de sus exitos, aunque casi hace honor a su nombre con el implicito homenaje a su ausencia en la evidente escasez de nuevas ideas. El subsecuente lanzamiento de The Delicate Sound Of Thunder (88), cuidadosa e impecable cronica de la macrogira de su predecesor donde 10 millones de espectadores de 15 paises los vieron en 155 conciertos en el lapso de un ano, subraya tanto lo anterior como la absoluta corporativizacion de Pink Floyd, un nombre cuya productividad le impide desaparecer por sobre de sus diferencias y voluntades individuales. Aun cupo un momento de gloria espuria a Roger Waters, cuando la vinculacion oportunista de su opera magna al derrumbamiento del muro de Berlin dio pie a un megaconcierto en la Ptzdamer Platz berlinesa, en cuya escenificacion participo un abigarrado elenco que incluyo desde a los alemanes Scorpions y Ute Lemper hasta entidades tan dispares como SinŠad OConnor y el flautista James Galway, Cyndi Lauper y Van Morrison, Bryan Adams y The Band, Thomas Dolby y Joni Mitchell, los Hooters y Marianne Faithfull, adem as de los actores Tim Curry y Albert Finney. La publicidad internacional lograda por el evento transmitido via televisiva por todo el mundo, propulso nuevamente a su album de origen a los primeros lugares, asi como a su documento fonografico The Wall-Live In Berlin (90). Llega asi The Division Bell, su esperado cuan promovidisimo album recien lanzado que atestigua la primera incursion del megaespectaculo escenico de Pink Floyd a Mexico. Virtual recapitulacion de todos los recursos que han hecho del que fue grupo de busqueda solida y patrocinable propuesta comercial, es previsible desde la altisima calidad de la produccion de Ezrin, hasta su perfil musicalmente terso y el tono gimoteante con que sus autores protestan desde las presiones a que los somete la magnitud de su estrellato, hasta las ausencias no solo del llorado en vida Barrett, sino del propio Waters. Habra que comentarlo tras "verlo". .