SECCION: ESPECTACULOS PAG. 36 CINTILLO: PINK FLOYD EN MEXICO CABEZA: El loco diamante sigue brillando SUMARIO: Concierto en dos tiempos Sobre todo, un espectaculo en el que todo se integra e inserta en un discurso que es apuesta a la imaginacion, a las sensaciones que levantan el vuelo conforme el tiempo transcurre y suceden las canciones conocidas, la musica que permanece fiel en la memoria. Un espectaculo en el que todo es indispensable, aun los fuegos fatuos con que culmina la primera noche de Pink Floy en Mexico, saldo de una deuda por largos anos postergada. Desde el principio, el espectador sabe que enfrentara un suceso en el que la tecnologia es huesped indispensable. Conoce de antemano lo que va a presenciar. Y sin embargo, la sorpresa prevalece. El asombro no claudica ante el despliegue perfecto de luces, rayos laser, de la gigantesca e iridiscente esfera que confabula con los sonidos de alguna cancion robada a The Wall, con los enormes cerdos mecanicos de miradas luminosas, con la pantalla circular que atrapa las imagenes que matizan o subrayan cada tema. Una produccion impecable, un concierto en dos tiempos en donde la musica y la magia tecnologica conviven en perfecta armonia. Una travesia iniciada a las nueve de la noche y que mas de dos horas y media despues llegaba a su fin ante el delirio del publico y la evidente satisfaccion de quienes habian predicado sobre el escenario: David Gilmour (guitarra y voz), Nick Mason (bateria) y Rick Wright (teclados), acompanados en esta ocasion por Tim Renwick (guitarra), Guy Ratt (bajo), Gary Wallis (percusiones), Ca rin Jon (teclados), Dick Parry (saxofon), y en los coros: Durga McBroon, Sam Brown y Claudia Fontaine. Bien inicio Pink Floyd la escala mexicana de The New World Tour, incluso los temores de una lluvia pertinaz se disiparon ante la contundencia de una noche fresca, tranquila, propicia para disfrutar un concierto perfectamente sonorizado, en los decibeles necesarios para disfrutar la musica sin aturdimiento, sin agresion para los oidos. Y bueno: si, estuvieron ausentes Syd Barret y Roger Waters; y las nuevas composiciones de Pink Floyd no presentan propuestas novedosas; y lo fuerte de su espectaculo descansa sobre todo en sus anteriores creaciones. Pero aun asi, el concierto resulto como se esperaba: de un absoluto profesionalismo, de altisimos vuelos en la produccion y de unos musicos empenados en demostrar su talento, su capacidad y experiencia ante un publico generoso, y de antemano cautivo. Pink Floyd en Mexico, la posibilidad de asomarse al trabajo, a la creatividad, a la inteligencia de una generacion que se mantiene vigente y prospera, y que a traves del tiempo continua sorprendiendo, agradando y halangando. .