SECCION: ESPECTACULOS PAG. 35 CINTILLO: ENTREVISTA CABEZA: Anthony Hopkins: el actor y sus demonios CREDITO: (EFE). VIENA, 7 de abril (EFE).-El gran actor britanico Anthony Hopkins, que ha hecho llorar a millones de espectadores en todo el mundo con sus ultimas peliculas -Lo que queda del dia y Tierras de penumbra-, se declara "fascinado por los demonios". "Uno de los mayores demonios de nuestro siglo es (el actor austriaco) Klaus Maria Brandauer. Su interpretacion de Mefistofeles (en el filme del hungaro Istvan Szabo) es magistral", afirma Hopkins en una entrevista con el semanario austriaco News. "Conoci personalmente a Brandauer en Berlin, donde me ofrecio el papel de protagonista en su pelicula Mario y el mago (basado en la novela homonima de Thomas Mann), pero yo tenia ya otros compromisos", agrega. Segun Hopkins, Brandauer "es un loco, un demonio, un obseso de sus ideas. El y Marlon Brando son los mejores actores del mundo". Preguntado que hace con tanto dinero que gana ultimamente con el cine, Hopkins, hijo de un panadero gales, explica que lo importante para el es "tener suficiente que comer". "Eso puede parece extrano en tiempos como estos en los que las estrellas de cine beben champana en zapatos de mujer, pero me queda el trauma de mi juventud cuando era un actor joven y muchos dias no tenia que llevarme a la boca", confiesa. Hopkins anade que le gusta la seguridad que le proporciona el dinero que gana actualmente, pero eso es todo, pues "al fin y al cabo solo podemos comer tres veces al dia". En cuanto a su calificacion de "simbolo sexual de los anos noventa" que le han atribuido algunas revistas, Hopkins, de 57 anos, se pregunta como es posible "con mis arrugas y mi poco pelo". Anade que "lo cierto es que yo tambien encuentro especialmente atractivas a las mujeres que no se toman a si mismas demasiado en serio. Y a lo mejor a ellas les ocurre lo mismo a la inversa". "Esa es la autentica atraccion sexual: cuando uno siente a la otra persona en su autenticidad. Tambien Sean Connery es un simbolo sexual, y no le quedan pelos. A lo mejor ocurre que a las mujeres les gusta la verdad sin afeites. Me alegro", explica Hopkins, quien dice estar felizmente casado desde hace veinte anos con la misma mujer. Ella es quien lo protege de sus excesos: "Soy un hombre excesivo en todo, y ella es, por el contrario, disciplinada. Cuando fumo, no me basta un cigarrillo, sino ochenta, y cuando bebo, vacio una botella tras otra hasta que me caigo". .