PAG. 32 SECCION: Cultura CINTILLO: Museo de Guadalupe CABEZA: Ceras, velas y candelas CREDITO: MERRY MAC MASTERS, ENVIADA GUADALUPE, Zac., 6 de abril.-Un pared de craneos encarnados en cera, de las santas Cristina y Emerita flanquean la entrada de la exposicion Ceras, velas y candelas, inaugurada anoche en el Museo de Guadalupe dentro de las actividades del Festival Cultural Zacatecas. Las esculturas, que datan del siglo XVIII y pertenecen al museo privado local fray Antonio Margil de Jesus, son solo algunas de las reliquias que integran esta muestra donde se hace patente la importancia de la cera en el culto ca tolico. Estos dos Alicia Bazarte, curadora de la muestra y coautora del libro De candelas y candelitas (UAM Azcapotzalco, 1992), anoto que en la anexa Capilla de Guadalupe se encuentran ocho relicarios en cera de agnus, uno de los cuales es s un tratado sobre la cera luminaria y el uso de la vela en la liturgia cristiana En la muestra tambien se incluyen, entre otras piezas, un gran tenebrario, es decir, un candelero de quince luces que se emplea en la liturgia de la Semana Santa; la vela verde que portaban los penitentes por la Inquisicion; la hacha o vela grande, gruesa y cuadrada que pesaba 12 kilos y se usaba en los entierros; unos panecillos delgados con imagenes que se fabricaban en Roma desde antes del siglo VIII con el sobrante del cirio pascual del ano anterior; juguetes y altares domesticos. La entrevistada apunto que en el archivo del estado ncontraron las ordenanzas de los cereros e incluso un examen para ejercer esta profesion. De Puebla se trajeron munecas a lascuales vistieron, y mandaron hacer el nacimiento con unos artesanos de Salamanca, Guanajuato. En Zacatecas la primera mencion que se tiene sobre la cera se remonta a 1544, en el primer libro de cabildos donde en la foja numero ocho aparece como se debe alumbrar, con cera de Castilla, el Santisimo Sacramento. La cera llego a America c on la conquista, asi como sus dictados religiosos como el que ordena el empleo del material mas puro y blanco, ya que la cera de abejas simboliza la carne de Cristo nacido de madre virgen. .