SEC. INF. GRAL. PAG. 2 CABEZA: De consenso y tolerancia CREDITO: Gilberto Guevara Niebla Siento que la situacion politica del pais se esta degradando con una velocidad sin precedente y que puede derivar, en cualquier momento, en una crisis grave. El problema en el corto plazo es crear las condiciones para realizar la programada renovacion de los poderes Ejecutivo y Legislativo sin quebrantar la paz social, tarea que exige de las fuerzas politicas participantes un esfuerzo significativo en la construccion de un consenso. La fecha de las elecciones, el 21 de agosto, se ha convertido en una suerte de deadline o plazo ultimo para desahogar la tension y alcanzar un acuerdo basico entre los principales actores del conflicto de Chiapas. El levantamiento armado del Ejercito Zapatista de Liberacion Nacional fungio como detonador del ciclo de violencia que vivimos y continua siendo una suerte de cuna o emplazamiento amenazante sobre la vida publica nacional. De alguna manera, la posibilidad de una transicion pacifica sigue atada a l a suerte de ese espinoso problema y, por lo que se observa, el EZLN esta explotando dicha situacion. En la tarea de desahogar la tension que priva en el pais los medios de comunicacion tienen una responsabilidad preeminente. Como lo senalo oportunamente Octavio Paz la palabra tambien es accion. Jean Paul Sartre subrayo en ¨Que es la literatura? el peso enorme de las palabras y su significacion en relacion con la violencia. Las palabras, decia Jean Paul, son como disparos. Quien las usa debe hacerlo con la responsabilidad de un hombre, con la serenidad de un adulto que sabe lo que hace pues con una pistola no se juega: si se empuna es para apuntar hacia un blanco y no para jalar el gatillo como lo hace un nino en un juego de policias y ladrones. Se puede hacer la guerra con palabras; de la misma manera que con ellas se puede construir la paz. Tal es la accion simbolica, que es paralela y anticipa a la accion fisica. Quien habla como hombre responsable sabe muy bien si lo hace desde una trinchera o desde una arena abierta; si sus palabras tienen una intencion belica o conciliadora, si pretende herir o convencer. Lo que estamos viviendo por el momento en Mexico es, lamentablemente, un debate con fuerte acento belico. Algunos escritores no aspiran a r evelar la esencia oculta de las cosas, como decia Sartre, y con ello cambiar al mundo. No, no es esa la actitud que se observa, en general, en los medios impresos de Mexico. Se ha impuesto, en cambio, una guerra de posiciones en la cual cada quien, desde su trinchera, dispara una y otra vez las mismas palabras contra la trinchera del adversario. En realidad, nadie sale del hoyo en el que se protege y nadie se dispone a enfrentar cara a cara al contrincante para empezar un dialogo. No obstante, la construccion de consensos supone el dialogo y el dialogo solo puede darse bajo un presupuesto inevitable: la disposicion para realizarlo. La libertad no es innata, como decia Rousseu; la libertad se aprende y lo que los mexicanos estamos mostrando, desde luego, es que no hemos tenido una buena escuela de libertad. ¨Cuando hemos aprendido la disposicion para el dialogo? ¨Que tanto sabemos de escuchar? ¨Cuales capacidades hemos desarrollado para la negociacion democratica? ¨Que disposicion pos eemos para tolerar opiniones diferentes a las propias? Los mexicanos deberiamos de reflexionar sobre los limites de nuestra propia tolerancia. En realidad, nuestro impulso espontaneo es hacia la intolerancia antes que a la tolerancia. Hay quien dice que este impulso a la intolerancia es una suerte de mecanismo natural, instintivo, una suerte de reaccion violenta dirigida a rechazar o golpear aquellas ideas o personas que uno encuentra amenazantes. En el mundo de los animales, los biologos han encontrado numerosas especies que poseen mecanismos poderosos para id entificar y enfrentar a otras especies que amenazan su existencia. La diferencia de tales bichos con los hombres reside en que estos han sabido elaborar otro tipo de respuesta ante las amenazas. Lo peculiar de estas respuestas es que son socialmente elaboradas y aceptadas. Tal es el principio de la civilizacion. Los hombres tememos lo diferente; nos asusta aquello que no conocemos o no controlamos. A este proposito John Stuart Mill decia que los hombres construyen una moral a su conveniencia. El principio practico que guia la conducta de la gente es la idea de actuar de acuerdo a lo que ella y quienes la rodean esperan que actue. Sin embargo, nadie en realidad reconoce que juicio nace de su propio gusto y todo mundo piensa que actua en funcion de un estandar universal... Con frecuencia, ademas, las preferencias que manifiesta un hombre ordinario son las unicas que el tiene. La construccion del consenso supone un ambiente de tolerancia. No se trata de eliminar diferencias, sino aprender a vivir con ellas. Esto, evidentemente no es facil. Es mas facil rechazar una idea con la que no estamos de acuerdo, que contemporizar con ella, analizarla y ponderarla. Ademas, la tolerancia supone un esfuerzo personal y un desgaste psicologico determinado. Tambien conlleva un reacomodo de fuerzas pues al tolerar se concede una potestad al otro, se redistribuye el poder. En fin, la tolerancia plantea un problema de educacion, desde luego; pero tambien un problema de normas. La educacion para la tolerancia nos remite a la familia y a la escuela, pero tambien invoca un sistema de medidas tecnicas dirigidas a proteger la libertad. La libertad sin normas facilmente desemboca en excesos y es algo que estamos viendo en el caso de algunos medios impresos que carecen de reglamentos internos que protejan el derecho a la informacion del publico. Estos excesos tampoco encuentran un fr eno en una opinion publica que, lamentablemente, no se ha distinguido por su sentido critico y su sensibilidad ante las desproporciones en que incurren los medios informativos. He aqui un circulo vicioso que tendriamos eventualmente que romper. .