PAG. 32 SECCION: Cultura CINTILLO: Cartas Absurdas CABEZA: Del Conde y Manrique, entre lo publico y lo privado CREDITO: CYNTHIA PALACIOS GOYA Ideas, criticas, placeres, erudiciones y agravios, decepciones, temores y descubrimientos son algunas de las caracteristicas que contiene la correspondencia que mantuvieron del 16 de enero de 1989 al 16 de abril de 1992 Teresa del Conde y Jorge Alberto Manrique, y que ahora estan reunidas en un volumen denominado: Cartas absurdas. Presentadas en el Museo Rufino Tamayo ante un numeroso publico que escucho con atencion a Bolivar Echeverria, Fernando Solana Olivares y Rita Eder, dichas misivas estan en circulacion bajo el sello de Grupo Editorial Azabache. Eder, quien se desempena como directora del Instituto de Investigaciones Esteticas de la UNAM, dijo que en sus cartas ambos intelectuales abordan asuntos precisos como "las politicas culturales del estado en relacion a los museos, o las diferencias entre los criticos de arte y los poetas y escritores que se ocupan de escribir sobre arte". Senalo que los dos "se relacionan y confluyen en una buena discusion sobre la necesidad del status del critico de arte que proviene de la academia". No obstante, Eder manifesto su inclinacion por las cartas "de relatos de viajes, sus experiencias en Roma, sus viajes por la provincia y tambien por lo que les es realmente cotidiano y donde pueden establecer una visible empatia, mas que en su arduo y frecuente trabajo en calidad de jurados en eventos de artes plasticas". Por su parte, el filosofo Bolivar Echeverria encontro el atractivo del libro "en la confrontacion de dos opiniones emparentadas entre si, pero no necesariamente coincidentes. Expuestas justo en el momento de aparecer frescas aun sobre una serie de hechos de interes publico; tal es el caso de los problemas que aquejan a la UNAM, el orden estetico y la teoria del arte, el arte por el arte, aproximaciones al psicoanalisis, la interpretacion de los suenos, el posmodernismo, sobre Octavio Paz, etcetera". Echeverria dijo que esta forma epistolar crea "una complicidad especial, que mediante un proceso tacito de inclusion y exclusion de temas y de personas, circunscriben un universo de interes, introducen en el mundo un estatuto peculiar de lo que efectivamente es decible o considerable". Dijo que el secreto es "el placer de penetrar un poco o un mucho en la coherencia de ese mundo artificalmente circunscrito, el placer que viene de convertirse en voyeur de una intimidad. La intimidad del carteo -de la comunicacion epistolar- es una realidad dificil de alcanzar, exigente, especialmente en los tiempos modernos en que se consideran estorbosas e innecesarias todas las mediaciones o vias indirectas que pretenden unir dos puntos en el espacio". Al concluir, Echeverria expreso que "en este libro los autores se revelan capaces de construir esta dificil intimidad de carteo, porque logran hacer efectivamente del comercio epistolar un juego de contenciones, de interrupciones, una realizacion del discurso poetico", y agrego que "involuntariamente este tomo epistolar contiene una novedad que acentua su interes: es la de plantear la necesidad de cultivar el carteo como una especie de performance". En su oportunidad, Solana Olivares comento que el libro tiene una escritura suelta, tranquila, pero en ocasiones tensa. "Cartas absurdas es un documento cultural de primer orden. En ellas esta manifiesta la vitalidad intelectual y creativa de la reflexion como tarea humana, el rigor de aprendizaje, el gozo estetico, las ideas como el territorio de lo diario y su trascendencia; el trabajo como el fundamento no de explicacion de las cosas sino de su encanto". Y anadio: "Su horizonte conceptual parece tan amplio como los limites que nunca se fija, a pesar de predilecciones intelectuales y filias esteticas que ambos comparten, debaten y superponen. El epistolario tambien opera en una zona de sombra donde aparecen los reversos de sus autores, las confesiones biograficas y personales, las tribulaciones de cualquier vida y sus actos irreparables: la intimidad". .