SECCION: ESPECTACULOS PAG. 36 CINTILLO: De Reikjavik CABEZA: Bj”rk, a solas y hasta el mero fondo CREDITO: XAVIER VELASCO Habemos quienes caimos en el embrujo de Bj”rk no por su audacia, sino por su ingenuidad. O por lo que uno quiere creer que parece ingenuidad, pero a lo mejor no es sino una constelacion de senales de vida -cosa poco frecuente en el panteon de sensibilidades de la musica pop-. Si estamos de acuerdo en que la vida, de acuerdo a su version mas intensa, consiste en el asalto de los imprevistos a la odiosa normalidad, muy posiblemente tambien compartamos el regaderazo que nos administran una voz y una presencia como la de esta mujer islandesa un tanto extravagante, rebelde a las etiquetas y ciertamente ajena a la mayoria de los cliches con los que solemos asociar al tal rock. Esta mujer no es un ritmo, ni una epoca, pero tengo la inexplicable impresion de que su ritmo bien podria convertise en el de esta epoca. No esta mal para quien ha salido de un pais culturalmente mas remoto que las siempre buscadas Nalgas del Mundo. "No crean en los poetas", dijo alguna vez Bj”rk, en las epocas en que su sola voz se bastaba para dar imagen y caracter a los Sugar Cubes, banda que gracias precisamente a ella no pudo evitar convertirse en objeto de culto. ¨Quienes son los poetas? Son, por lo general, tipos capaces de jugarle chueco a la verdad por complacer a la belleza. Sujetos que manejan a las palabras como cosas. Fulanos acostumbrados a descreer de todo, excepto de sus propias mentiras -que se las creen con fervor chiita-. El A yatollah Jomeini tampoco creia en los poetas. Pero Bj”rk, como ignorarlo, es alguien que cree en los poemas -hijos siempre inocentes de las manas y costumbres de sus padres- Bj”rk no desea que creamos en ella, pero de alguna manera su voz se las arregla para convencernos de compartir con ella una misma fe: aquella que se profesa por los incendios secretos del alma. "El cree en la belleza", canta Bj”rk en su recentisimo disco personal: Debut. Es dificil asimilar pronto lo que Bj”rk a solas nos cuenta. Mas que una coleccion de palabras -muchas de las cuales resultan escasa o nulamente inteligibles- Debut es una sucesion de sensaciones pintadas a lo largo de 48 minutos de sobresaltadas caricias, con esa voracidad expresiva que nos permite disitinguir al interprete de los simples cantantes. Pero si bien el caracter de Bj”rk resultaba un poco demasiado notorio al lado de los Sugar Cubes, ello es poca cosa comparado con los amorosos saltos, la s subitas peraltadas, los profundos relampagos que, ya sin la famosa banda, su voz expropia y derrocha. Tal vez sea esa escandalosa avidez de escalofrios la que no nos permite descifrar los codigos intimos de Debut en 48, ni en 96 minutos. La misma que lo obliga a uno a volver insistentemente sobre el disco que no le causo dolor ni gozo inmediatos, pero lo dejo con una de esas comezones perversas que solo se mitigan con las garras del espiritu. Es un placer comprometerse hasta el insomnio con cancion es como estas, especialmente si son celebradas por una de las voces mas despiertas de los presentes tiempos. "Despierteme cuando se jubile Sinnead OConnor", le pedi a la senorita del 02 en una de las tantas noches que topeme con sus mercadeables ansias de convertirse en la Joan Baez del ERI. A la manana siguiente, todavia crudo de la normalidad corporativa que me habia querido vender una de las tantas bandas que dicense alternativa -volatilerrima clasificacion- solo pude sentirme despertar cuando los berbiquies vocales de Bj”rk sacaronme de una pesadilla repleta de ejecutivos contentos y escribanos servici ales. ¨Que era entonces, que es ahora la senorita Bj”rk? ¨La salvacion del rock? "No mamaras!", deberia decir antes que nada el Decalogo de Don Moy. No es el rock, sino el alma que le da flama a el y a toda la musica honesta de este mundo, quien precisa de un salvavidas. Bj”rk no le canta a tu chamarra de gandallita, ni a tus botas cuerudas, ni a tus habitos de mucha moda. Como vidente de mas hondos y privados sotanos, la musa islandesa combate con toda suerte de ritmos para comunicarse con sus mied os y sus ansias. Por eso Bj”rk se mete hacia el fondo de los dolores y descubre, alli donde los otros seres solo supieron encontrar silencio y negrura, nuestros mas personales misterios gozosos. No deja de ser un tanto vergonzoso que a estas alturas del destino el mercado de la musica pop -o sea, nosotros- solo acepte esta musica inclasificable despues de que algun audaz baboso se decide a venderla como rock. No se si un dia llegare a cansarme de los sutiles diluvios de Debut, pero en cualquier caso esperare con hambre de dulces shocks el proximo album de Bj”rk, haga lo que haga en el y haga lo que haga conmigo. .