SECCION: ESPECTACULOS PAG. 36 CINTILLO: The Division Bell CABEZA: El retorno de Pink Floyd CREDITO: DAVID CORTES La aparicion de The Division Bell, el mas reciente disco del trio Pink Floyd, lanzado mundialmente el 5 de abril, genero en nuestro pais una expectacion comprensible dada la ya inminente visita del grupo el proximo fin de semana. La aureola de leyenda, sin duda proporcionara al album gran exito; sin embargo hace ya tiempo que la banda ha dejado de ser innovadora. En un primer acercamiento, The Division Bell es un disco sin sorpresa alguna. En el encontramos las constantes del grupo: resabios de sicodelia, efectos sonoros -aunque en menor medida-, tintes blueseros en la voz, coros cargados de soul, arreglos bombasticos, pulcros solos de guitarra; en fin, los ingredientes esenciales en el sonido floydiano. Evidentemente, el disco no pretende ampliar un mercado y mucho menos perpetrar una revolucion sonora. Se trata, unicamente, de mantenerse. Y en ese sentido Pink Flyd recurre a su ya clasico estandar. Pero si optamos por el lado de las exigencias, The Division Bell se antoja un disco flojo, propio de una banda que ha eliminado de su vocabulario la palabra riesgo. Los sintomas no son nuevos. A Momentary Lapse of Reason, su anterior disco en estudio, ya mostraba a un Floyd inserto en la vena acomodaticia, viviendo de prestigio. El doble Delicate Sound of Thunder sobrevive por los clasicos, mas no por las composiciones nuevas. Este sera, creo, el destino de The Division Bell. No es ausencia de profesionalismo, ni carencia de recursos lo que hacen de esta obra un disco mas. Probablemente el lado debil se encuentra en la poca ambicion puesta en el. Sabedores de tener un mercado cautivo, Gilmour, Wright y Mason parecen estar inmersos en un periodo de flojera creativa, proporcionando aquello que se sabe sera rentable sin procurarse de nuevas vias para el ejercicio de la creatividad. Suena a blasfemia decir que Pink Floyd esta anquilosado, pero no lo es tanto si se hace mediante la objetividad. La corporatividad de la agrupacion ya es notoria, la ausencia de Waters finalmente comienza a pesar y al apoyarse en la espectacularidad a fin de suplir la falta de ideas, Pink Floyd lo unico que hace es resguardarse bajo la sombra de un pasado. Evidentemente, al menos en Mexico, la popularidad de Gilmour y Mason esta a la alza y dificilmente The Division Bell podra ser juzgado en su real dimension, pero estoy convencido que ninguno de los cortes que lo integran lograra equipararse a lo conseguido en trabajos anteriores, porque aqui no hay nada que se asemeje a "Money", "Astronomy Domine", "Wish You Were Here" o "Shine On You Crazy Diamond". Tal vez el tiempo me corrija, pero hace tiempo que Pink Floyd olvido la pluma con la cual plasmaban m elodias solventes, capaces de convertirse en verdaderos clasicos, para contentarse con cumplir con la agenda .