SECCION: ESPECTACULOS PAG. 37 CINTILLO: SONIDOS CABEZA: Sexo, religion y otros emebelsos magistrales CREDITO: OSCAR SARQUIZ F. Con retraso de un semestre recibimos esta obra maestra inexorablemente reservada para placer estetico de minorias; pero que su casa fonografica le de trato displicente no opaca la deslumbrante realidad de que el autor del discutible mejor album de guitarra solista de la historia -el precedente Passion & Warfare- ha vuelto, acompanado por un formidable cuarteto amparado por su monosilabico apellido, con una realizacion que rebasa ampliamente toda capacidad descriptiva de sus bondades y hondo contenido .. Steve Vai, exguitarrista de artistas tan divergentes como Frank Zappa, David Lee Roth y Whitesnake (como entusiasta "huesero") y el mismisimo chamuco (en Crossroads, la subestimadisima parafrasis filmica de la leyenda del bluesero negro quintaesencial, Robert Johnson) es mucho mas que otro deslumbrante virtuoso de la lira como abundan; musico integral, artista de amplia vision y ser humano preocupado finalmente mas por su propio desarrollo individual que por "ser estrella", hace acopio de su personal avance, su vision conciente e intima experiencia vital (incluso el parto natural de su hijo, cuyo documento sonoro ocupa aqui un momento climatico) para ofrecernos una de las realizaciones fonograficas mas imponentes, poliformicamente densas y primorosamente pulidads que hayamos escuchado en mucho tiempo (acaso, desde Passion & Warfare). Para realizar sus nuevas y mas contundentes ideas musicales, el espigado italiano recluto un compacto pero formidable equipo de colaboradores: T.M. Stevens, diestro bajista sesionero que ha tocado con artistas tan diversos como Billy Idol y Joe Cocker, el extraordinario baterista Terry Bozzio (ex-Zappa, Missing Persons y percusionista de la Filarmonica de Los Angeles); y debut sorprendente, el cantante Devin Townshend, un veinteanero canadiense que nunca habia oido a su futuro Svengali, y cuyo grupo Noisesc ape era audicionado en cinta demo cuando casulmente lo oyo Vai. El resto de la preproduccion tipicamente perfeccionista del artista consistio de incontables horas de comparacion y seleccion de amplificadores, procesadores sonoros, bocinas, cuerdas, guitarras -algunas construidas especialmente para el efecto segun requisitos y especificaciones de Vai-, pastillas magneticas -entre 6 disenadas exprofeso, identificadas con claves tomadas de motos Harley Davidson- y hasta cables; todo lo que pudiese afectar el sonido final (tan solo el modulo preamplificador de su consola, e specialmente creado para grabar sus guitarras, costo modicos 13 mil dolares por 2 canales). La recompensa de tan obsesivos desvelos es una extraordinaria presencia de la guitarra, cuya ejecucion amerita ampliamente tanta atencion. Pero nada de esto seria realmente significativa, menos aun trascendente, si no fuese por la calidad de la musica y las excelsas aspiraciones de su creador. Saltando sin esfuerzo entre estilos tan disimbolos como la musica sinfonica y el jazz fusion (cuyos cliches evito escrupulosamente el compositor, criado en el), corales liturgicos y hardcore industrial, rock metalico y new age acustico, amalgamados entre si por su propio inconfundible y cosmico estilo, Vai ha creado musica que se aventura donde muy pocos han ido, y nadie tan elegantemente. Si la portada -que retrata, no al titular, sino al cyberpunk Devin como -ojo, Falcon- San Esteban, mientras el "humilde" Vai aparece en la contra con el lienzo sagrado- o el titulo (que en la pieza homonima aborda la absurda contraposicion que Steve tambien sufrio, como chico catolico) no son suficientemente provocativos, considerese la introduccion instrumental, que alude al retorno (!) de una terricola; una pieza de convocatoria Zen al aqui y el ahora; una cita amorosa en la dimension onirica; una apelaci on epica -y simbolica- a la eutanasia dirigida a Dios!; la citada propuesta a invitar a Jesus al lecho amoroso (despues de todo, el es quien te trae de vuelta de entre los muertos cada noche, segun S.V.); una oscura pesadilla sonora; un instrumental que capta el indescriptible placer de las lenguas en contacto y otro sobre el aun mas elusivo estado de gracia; un llano llamado a la superviviencia; una pieza -acaso la mas impactante, aunque tambien la mas estrambotica- coreada por cerdos y seguida por otra q ue alude a la ruta al Calvario; un dramatico panagirico del dolor; y una plegaria de amor que plantea el tierno dilema: "Rescatame o entierrame". ¨Insolito? Apenas predecible para un musico que no duda en desarrollar una escala propia -la Xavian, de 16 intervalos por octava- para saltar los confines de la tradicional temporada. Para escuchas que deseen romper algunos de los muchos predecibles estereotipos que hoy taran tantos nuevos lanzamientos, este es el vehiculo: excelente, sorprendente, inclemente, incandescente, concupiscente.... y deliciosamente demente. .