SEC. INF. GRAL. PAG. 3 CABEZA: DESPUES DE TIJUANA CREDITO: LUIS LOPEZ HERMOSA La consternacion producida por el asesinato de Luis Donaldo Colosio, y el natural repudio al deleznable atentado, debe motivar la apertura de un amplio espacio de reflexion. La violencia politica que ha atravesado con sana inaudita la geografia nacional, de la frontera Sur a la frontera Norte, le quito la vida a un hombre de bien. Dos semanas despues de ocurrido, no hay palabras suficientes para condenar este acto de barbarie. Duele y avergenza la violencia que va apoderandose de la sociedad. Duele mirar la orfandad subita de los pequenos Luis Donaldo y Mariana. Duele la fragil entereza de la ahora viuda Diana Laura Riojas, duelen las palabras de la joven madre explicando y confortando a su primogenito sobre la ausencia definitiva del padre y esposo. No es hora de rasgarse las vestiduras ni clamar por venganzas. La irracionalidad no merece mas que inteligencia y esta va precedida por la reflexion. En primer lugar es preciso que las autoridades lleven hasta sus ultimas consecuencias, y con estricto apego a derecho, las investigaciones que estan realizando acerca de los moviles del crimen, asi como sobre el o los autores del mismo. Existen posibilidades de que se trate de uno o varios desquiciados sin aparente vinculo con organizacion politica alguna. Per o en cualquier caso, el asesino midio bien sus tiempos politicos y actuo con por lo menos un objetivo bien claro: desestabilizar al pais y al PRI, pues no en vano escogieron al candidato de este partido, y de paso, golpearon al Ejecutivo federal. El hecho de que el crimen haya sucedido en un estado y en un municipio gobernados por el PAN, conlleva un mensaje implicito de rechazo a la posibilidad de la convivencia dentro de la pluralidad, que es uno de los objetivos centrales de la transicion democratica. El asesinato de Colosio viene con el antecedente de un ambiente politico muy denso, en el que las posiciones de los diferentes actores tendian a polarizarse. El levantamiento armado en Chiapas fue una llamada de atencion sobre la urgencia de atender el rezago social y de remover "lo que no funciono". A partir de entonces y por espacio de tres meses presenciamos una fascinacion mediatica por la violencia, la vestimenta y el protagonismo redentor. Esta fascinacion derivo en planas plagadas de vituperios escri tos y dibujados, vertidos por quienes prefirieron el maniqueismo coyuntural al realismo politico. Y en este maniqueismo descarnado, la candidatura del sonorense fue blanco facil para el eco morboso de las ambigedades discursivas del comisionado para la paz; eco y ambigedades que colocaron a Luis Donaldo Colosio Murrieta en calidad de candidato revocable. De hecho, Octavio Paz reflexiono en la noche del atentado sobre la importancia de poner un hasta aqui a los excesos verbales e ideologicos en que muchos actores politicos y sociales incurren, debido a que "la violencia ideologica es la antesala, como estamos viendo ahora, de la violencia fisica". Las implicaciones de la muerte de Colosio son dificiles de calcular. Mucho dependera de quienes esten involucrados en el acto. El impacto de su muerte es de trascendencia, debido a la preeminencia con la que cuenta el PRI en la cultura politica nacional. La seleccion de Ernesto Zedillo como candidato sustituto debe verse como un asunto interno de su partido; la situacion excepcional con que se realizo, obliga a desterrar comentarios marginales con respecto a su designacion, en todo caso el candidato debe -c omo lo dijo en su toma de protesta- honrar los compromisos de Luis Donado Colosio. Grande es la ausencia de Colosio, pretender que basta con oir la ultima paletada de tierra sobre su ataud en Magdalena de Kino para continuar por los caminos de enrarecimiento e incertidumbre, seria faltar a la idea de cambio democratico que expreso en los discursos de fondo que pudo pronunciar en su campana el 1 de diciembre y el 6 de marzo. Seria mofarnos de su proposito y dejar hundir a la nacion en la desesperanza. Es hora de fortalecer conciencia, cultura, instituciones y practicas democraticas. Los me xicanos tenemos la palabra. ranza. Es hora de fortalecer concien .