seccion inf. gral. guia: B FIN 17 abril PAG: 1, - primera cabeza: Fin de siglo credito: Renward Garcia Medrano sumario: ­ Europa en crisis ­ Desempleo y corrupcion ­ Ecos de la guerra fria Hasta bien entrado 1992, todo parecia indicar que el gran tema de Europa en el ultimo decenio del siglo seria la Unidad Europea. Los burocratas de la Comunidad y los politicos de los 12 paises miembros derrochaban optimismo y las resistencias de Gran Bretana en la era de Margaret Thatcher, el voto adverso de Dinamarca e incluso el voto dividido de Francia eran vistos como hechos pasajeros que se irian diluyendo con el tiempo. Poco tiempo despues, el gran tema europeo es la crisis politica que por ahora azota a Italia, Espana y Francia pero que esta incubandose en otros paises de Europa Occidental. Y el foco de atencion se ha desplazado desde la certidumbre de la Unidad hacia el desgaste de los partidos socialistas. Esa crisis es, en mas de un sentido, una consecuencia de la paralizacion del pensamiento y la accion de lo que queda de socialismo en el viejo continente, despues de la explosion del bloque militar, politico, ideologico y economico que encabezo la desaparecida Union Sovietica. Pero acaso mas que un ejuiciamiento a los partidos socialistas y sus lideres, la crisis politica europea deba entenderse como un rechazo de las sociedades hacia los gobiernos, sean del signo ideologico que fueren. Los pueblos no estan votando por los partidos pol'0?ticos, como observa la periodista Maria Elena Cantu, sino contra los partidos y los gobiernos. El repudio a los gobiernos, los partidos y la poi'tica obedece en alguna medida a la emergencia de la sociedad civil que, a diferencia de la sociedad politica, no se organiza por identidades clasistas sino por propositos comunes -ecologia, sida, seguridad publica-, y al peligroso y a mi juicio ficticio enfrentamiento entre sociedad politica y sociedad civil, tan difundido por la antigua derecha anticomunista. Pero por encima de estos factores, la crisis parece responder primordialmente a tres problemas: 1) la incompetencia de los gobiernos para formular politicas economicas que garanticen una generacion de empleos suficientes sin desencadenar presiones inflacionarias; 2) la corrupcion que invade a los gobiernos, los partidos politicos y las empresas privadas, y 3) la fractura de las sociedades europeas ante el proyecto de Union continental. Aunque la corrupcion y la ausencia de un modelo economico socialmente aceptable son fenomenos de naturaleza enteramente distinta y obedecen a causas especificas en cada pais, tienen un denominador comun: son herencias de la guerra fria y obstaculos para la construccion de nuevas pautas de relacion dentro de las sociedades y entre ellas. La division de los votantes ante el proyecto de la Union Europea es la respuesta inevitable frente a un macro proyecto que impulsara el desarrollo de las economias participantes pero que fatalmente dejara en el camino a las ramas de actividad menos competitivas. Politicos y politologos atonitos frente al cambio Vistas en conjunto, las convulsiones por las que atraviesan las sociedades europeas son una expresion de la incapacidad de los politicos y los politologos para comprender la naturaleza del transito desde el mundo de la guerra fria hacia nuevas formas de organizacion social y politica, y para formular propuestas viables y socialmente aceptables para un cambio ordenado. En efecto, las previsiones sobre el rumbo que tomara la humanidad en el fin del siglo XX y los primeros decenios del XXI se han modificado una y otras veces en solo cuatro o cinco anos, lo que pone en evidencia el desconcierto de los lideres frente al golpe de timon que esta dando la historia. Primero fue la fiesta de los jovenes de las dos alemanias a la caida del Muro de Berlin, como simbolo del espejismo mas generalizado de que, con la inevitable terminacion de la carrera armamentista, el mundo entraria en un proceso de paz y desarrolo. El optimismo duro muy poco tiempo, pues la desintegracion de la ex Union Sovietica, la gestacion acelerada de conflictos en la ex Yugoslavia y las tendencias separatistas en la ex Checoslovaquia, mostraron que los paises del desaparecido bloque socialista europeo estaban llamados a pagar una elevada factura por su derrota en la guerra fria. Desde Occidente, no falto quien entendiera estas rupturas como un justo castigo al experimento comunista. La presuncion de que todo el costo del cambio seria pagado por los perdedores fue tambien efimera, pues pronto se observo con gran preocupacion que, a raiz de las emigraciones masivas desde lo que fue la Republica Democratica Alemana y otros paises del Este hacia Alemania y el resto de Europa Occidental, sobrepuestas a la llegada permanente de inmigrantes del Medio Oriente y Africa, empezaban a despertar antiguos demonios que habian permanecido en sus feretros bajo la presion de la guerra fria: los nacionalismos excluyentes, el racismo, la xenofobia, los fundamentalismos religiosos. Simultaneamente, y apoyados en el desprestigio del Estado centralista, autoritario y burocratizado del llamado socialismo real, los ayatolas del mercado proclamaron a los cuatro vientos su jubilo por lo que parecia el triunfo final de las tesis liberalistas sin matices sociales y el consecuente repliegue del Estado en la actividad economica, para reducir su papel al de policia y arbitro en el juego de las fuerzas de la oferta y la demanda. Tampoco duro mucho tiempo la certidumbre de que la historia de las ideas habia llegado a su fin. La caida de Margaret Thatcher en la Gran Bretana y la derrota electoral de la formula republicana en Estados Unidos, en un ambiente de polarizacion creciente de los paises y las sociedades en pobres y ricos, dieron la voz de alarma: hubo que reconocer que el mercado no es el sistema perfecto para la asignacion de los recursos en las economias y las sociedades, y que el Estado tiene aun un papel historico que desempenar como factor de compensacion y garante de un minimo de equilibrio social y estabilidad politica, sin los cuales es imposible el funcionamiento fluido del propio mercado. Impotencia frente al desempleo Pero el unico camino solido y permanente para alcanzar esos equilibrios es el empleo, y a lo largo de toda la historia del capitalismo los economistas -con excepcion del ahora satanizado John Maynard Keynes y sus seguidores- no han encontrado una formula que garantice la creacion de empleos suficientes con estabilidad de precios, y no hay indicios de que se vayan a topar con una respuesta viable a no ser que ellos, las empresas y los gobiernos se decidan a rescatar la vieja formula keynesiana: estimular el crecimiento de las economias y del empleo a traves de inversiones publicas y con tasas controlables pero apreciables de inflacion. Mas aun, el desarrollo tecnologico apunta hacia la formacion de sistemas productivos intensivos en capital y ahorradores de mano de obra, y las economias individuales no pueden sustraerse a esta tendencia a riesgo de ser desplazadas en los mercados internacionales y en los propios mercados internos, que son mas competidos mientras mas abiertos estan al exterior. Al interior de las propias economias, los sectores agropecuario e industrial han perdido terreno -y tienden a perderlo aun mas- en favor del amplisimo sector de los servicios. Este fenomeno, que es igualmente producto de la profunda mutacion tecnologica y economica de las sociedades modernas, ha generado un masivo desplazamiento de la riqueza hacia el sector de los servicios financieros y, dentro de este, hacia el area de las inversiones especulativas, lo que intensifica las presiones sobre las empresas productivas y su incapacidad para expander la oferta de empleos. Paralelamente, los flujos migratorios no solo constituyen una presion adicional sobre el mercado de trabajo, sino que propician el desarrollo de la llamada economia informal o subterranea, la cual ha dejado de ser una lacra exclusiva de los paises menos desarrollados y ha sentado sus reales en las grandes capitales europeas. Pero como incluso las actividades informales estan saturadas, el destino de los excedentes de poblacion desempleada es la delincuencia, lo que constituye un factor mas de irritacion social. El clima de descontento, incertidumbre y miedo que invade a las sociedades europeas es, en consecuencia, resultado de factores para los que no existen remedios conocidos, sencillamente porque no habian sido previstos, al menos en la magnitud que han alcanzado. En consecuencia, se presenta un fenomeno curioso y hasta injusto: no obstante que el modelo economico predominante ha concentrado la toma de decisiones en las empresas privadas, ha reducido la intervencion directa del Estado en la actividad productiva y limitado incluso sus instrumentos de orientacion y regulacion, los gobiernos han tenido que pagar el costo politico del desempleo y sus secuelas sociales. Las raices historicas y politicas de la corrupcion Hasta hace apenas unos meses, Europa no habia reparado en las dimensiones y alcances de un fenomeno que resta debilitando aceleradamente las bases del Estado y la politica: la corrupcion que, por cierto, no es privativa de los gobiernos de los paises menos desarrollados, como lo repiten a dario los fundamentalistas de la moral clasemediera, sino que es un asunto mucho mas complejo de lo que esos predicadores son capaces de entender o de admitir. La percepcion actual de este problema como un cancer de las sociedades europeas se inicia con las pustulas que fueron reventando en italia con la operacion Manos limpias, la cual, como lo informa Marcio Valenzuela en su excelente reportaje (El Nacional, 12-04-93), ha ocasionado que, hasta ahora, "-un total de mil 356 politicos y figuras del mundo empresarial (hayan) sido arrestados". El fenomeno envuelve a la politica, la empresa y el gobierno, por lo que es un ingrediente activo de la descomposicion de esas sociedades. Su estirpe es la misma de los nacionalismos excluyentes, el racismo, la xenofobia y los fundamentalismos religiosos, que ya han provocado la desintegracion de diversos paises y han sumido a la mayor parte de las sociedades europeas en una crisis de convivencia -dentro y entre ellas- comparable a las que sufrieron al final de los anos 30 y que desembocaron en la Segunda Guerra Mundial. La corrupcion -informa Valenzuela- ha permeado todas las esferas de la actividad publica en Italia, ha manchado practicamente todo el mapa del pais e involucra a los partidos politicos, los distintos niveles y poderes del estado, las empresas publicas y privadas y la mafia. Y aunque en Espana, Francia e incluso Alemania no alcanza estas escandalosas dimensiones, si se ha convertido en un poderoso factor de inestabilidad politica, como lo estan comprobando Felipe Gonzalez y el PSOE y, en alguna medida, lo comprobaron tambien los socialistas franceses con el presidente Mitterrand a la cabeza. Sin embargo, la corrupcion en Italia no es solo un problema moral sino esencialmente politico. Y en esta observacion esta una de las principales aportaciones del reportaje de Jorge Gutierrez Chavez publicado el mismo dia 12 en estas paginas. La relacion perversa entre el gobierno, los partidos politicos, las empresas y la mafia en Italia -senala Gutierrez- tiene su origen en la Segunda Guerra Mundial, cuando la inteligencia militar de Estados Unidos recurre a la mafia italo-norteamericana para organizar el apoyo de la poblacion al desembarco de los aliados en el sur del pais y, posteriormente, avanza y se desarrolla esa asociacion delictuosa, uno de cuyos protagonistas es el Partido Democrata Cristiano, con el objeto de impedir el acceso del Partido Comunista al poder. Todo ello, por supuesto, respaldado en la ideologia anticomunista que invadio a la mitad del mundo a lo largo de la guerra fria. La incorporacion del crimen organizado entre los aliados de las potencias occidentales en su lucha contra la expansion del comunismo fue resultado del pragmatismo politico mas bien cinico, que no fue privativo de Estados Unidos y las potencias occidentales, pues una de las ensenanzas que dejo la ruptura del bloque socialista europeo, y que ha contribuido a la crisis de identidad de lo que sobrevive del pensamiento y la moral socialistas, fue la comision de los mas reprobables crimenes de ese lado de la cortina de hierro. En mas de un sentido, el surgimiento subito de los fenomenos sociales que estan desingrando a las naciones, enfrentando a las poblaciones y que tienen a las sociedades europeas al borde del colapso, encuentra una de sus explicaciones en las estrategias de las dos superpotencias de la guerra fria, que antepusieron sus intereses a toda consideracion moral y a cualquier ordenamiento juridico que les estorbara. De esta suerte, las convulsiones politicas y sociales de la Europa de fin de siglo son consecuencias directas de la estrategia de gran potencia que caracterizo al mundo de la guerra fria. Y todo parece indicar que son apenas los primeros avisos de una crisis de convivencia social que ha echado raices en muchas otras partes del mundo  que s .