GUIA: 16LA, pag. 9 SECCION: Inf. Gral. CINTILO: Debate CREDITO: Miguel A. Casillas CABEZA: La Universidad delos doctores Alrededor de la disputa por mejorar el salario de los trabajadores academicos son cada vez mas frecuentes las reivindicaciones sectoriales y particularistas. No es infrecuente escuchar o leer que el aumento salarial debe ser solo para la UNAM, solo para los academicos de tiempo completo o solamente para los investigadores. Por fortuna, las voces de quienes hablaban por "todos" los academicos olvidandose de sus profundas diferencias se han ido apagando, y tal vez fue por los dias feriados, pero los autodenominados cerillos academicos dejaron de dar su terrible espectaculo. Las medidas impulsadas por el gobierno actual para alentar la productividad, elevar los ingresos de los academicos mas prestigiados y estimular la diferenciacion, han servido de paliativo de un reducido numero de academicos (principalmente investigadores) que se beneficiaron por los programas de estimulos, becas a la permanencia y el sistema nacional de investigadores (SNT). El resto de los academicos (mayoritariamente docentes) continuan sin encontrar formas claras para revalorar su trabajo. Estamos hablando en numeros aproximados de poco mas de seis mil integrantes del SNI y en el mejor de los casos del 30 por ciento de la planta total de academicos de tiempo completo de las instituciones. Considerese todavia el que la UNAM, la UAM y otras cuantas instituciones concentran a la mayoria de los integrantes del SNI, la diferencia se acentua respecto de las instituciones del interior del pais. El problema de los bajos salarios y la desvalorizacion del trabajo academico siguen sin resolverse para la inmensa mayoria de los profesores universitarios. Se conforma una elite de academicos que gozan de ciertos paliativos para recuperar sus ingresos. Los criterios de su constitucion son -para bien- meritocraticos y tienen como base el reconocimiento de su alta productividad. Sin embargo, uno de los principales requisitos para acceder a esa elite es la posesion de grados academicos que implican los estudios de posgrado. Eso no esta mal, sino que para lograr un funcionamiento optimo se debe tomar en cuenta el desarrollo real del sistema de posgrado de nuestro pais y las caracteristicas de los academicos mexicanos. En Mexico, el numero de estudiantes de maestria en 1981 fue de 22 mil 592 y los de doctorado fueron mil 440, segun fuentes de la ANUIES, en 1985 la matricula de maestria paso a 23 mil 586 y la de doctorado bajo a mil 319 y, en 1991 el numero fue de 27 mil 139 para maestria y en doctorado mil 440. La diferencia en 10 anos fue de mas de cuatro mil en maestria y cero en el nivel de doctorado. El numero total de programas de doctorado fue en 1991 apenas de 110. Advierta el lector el siguiente escenario: en 1991 solo habia estudiantes de doctorado en catorce entidades ademas del DF, este ultimo concentro al 75.66 por ciento de los 1440 alumnos de ese nivel y todos los demas estados -salvo Nuevo Leon- tienen menos de 50 estudiantes. Frente a una situacion como la descrita, de escaso desarrollo del sistema de posgrado, el criterio de poseer un doctorado para tener acceso a los mecanismos de estimulo parece exagerado pues no se han generado las condiciones para una competencia equilibrada y acceder a la elite. Por tanto, antes de seguir incrementando los requisitos y filtros para la diferenciacion, convendria que los responsables de la politica publica se dedicaran a impulsar con seriedad el desarrollo de nuestro sistema de posgrado. (Notimex) ponsables de la politica publica se dedicaran a impulsar con seriedad el desarrollo de nuestro sistema de posgrad .