seccion inf. gral. Pag. 1-1a. guia: NAC-16 cabeza: LA NACION Y EL MUNDO credito: Juan Maria Alponte sumario: Dumping: etica de la calidad y etica de la discusion Me permito intervenir, de nuevo, sobre el problema del dumping (lease, per accidens, articulos y productos chinos) porque debe quedar bien claro, ante empresarios y productores, creadores y tecnicos, que las medidas contra el dumping no solo son adecuadas, sino legitimas y que el GATT, es decir, el policia que dirige el trafico internacional de mercancias, ha establecido la licitud de la elevacion de las tarifas arancelarias y la elevacion de los impuestos cuando se rompen las reglas de la transparencia comercial. Sin embargo, una ojeada a la prensa permite pensar o dejaria la duda de si se abarca, en toda su dimension, el problema de fondo. Una cosa es, a todas luces, el problema del dumping, es decir, la ventas estrictas de un producto, en un mercado extranjero, a un precio inferior que el de su costo y otra, muy distinta, la creencia de que, ante todo precio inferior a los precios internos cabe, sin mas, la elevacion del impuesto y la escafandra neurotica del proteccionismo aduanero. En otras palabras, repitiendome como necesidad y no como reiteracion no fundada, los articulos o los bienes con precios bajos o mas bajos que los del mercado nacional no siempre pueden ser considerados, elevandose la generalizacion a simple atropello de la razon, a magnitudes proximas o cercanas al dumping. En los mas de los casos se trata de ejemplos concretos de la interaccion de la productividad y la competitividad, de la relacion entre recursos humanos y tecnologias avanzadas. Hablamos, pues, de otra dimension de la economia de mercado. Debe quedar bien claro, en la conciencia publica, que no estamos ante un juego, es decir, que las premisas fundamentales del proyecto del cambio quedan en pie plenamente, es decir, que si ante el comercio no transparente caben y deben existir las normas legales de proteccion de la industria nacional, de la misma forma, tiene que estar comprometida con la revolucion mental que implica la competitividad, la productividad, la calidad y, preferentemente, el esfuerzo de innovacion y de gestion eficientes para estar en condiciones optimas de exportar y, por tanto, de competir. El caso chino, y otros que se presenten desde escenarios distintos, no es una invitacion, en modo alguno, para la nostalgia de la placenta. El traumatismo de la apertura arancelaria no se cancela ni el dumping es un pretexto administrativo o burocratico que pueda resolver, por via del tramite del "retraso", el problema del deficit en la balanza comercial. Ese deficit tiene que ser asumido como un factor de la realidad que exige, como respuesta, realidades, es decir, aceleracion de los procesos de cambio en el take off, en el "despegue". Implica una lectura mas resuelta, mas consciente, mas determinada, de los significados de la competitividad, la productividad y la calidad. El deficit del problema comercial (diferencia entre exportaciones e importaciones) abruma a mucha gente. A una parte de ella por razones objetivas y concretas; a otra porque ve una ocasion excelente, en terminos ideologico-politicos, para combatir el proyecto de apertura internacional y los nuevos convenios de libre comercio. Parece indispensable despersonalizar, objetivar y desdramatizar, eticamente, los distintos elementos del cuestionario. No existen pruebas, practicamente, de paises que hayan traspasado las fronteras del atraso o el subdesarrollo sin asumir -veanse los primeros 10 anos de Japon integrado en el mundo- la posibilidad de contar con numeros rojos en el balance comercial. Una vez que se ha decidido la apertura comercial es indisputable que la fase del despegue plantea, al incrementarse las importanciones de bienes de capital para hacer viable y factible la exportacion posterior y la mutacion de la planta productiva, una transformacion de todo el regimen de importaciones.