GUIA: r09chile SECCION: Economia Pag. 18 CINTILLO: El boom economico ha cegado a sus industriales CABEZA: Chile, con todos los elementos para un TLC con EU, pero con mucho optimismo SUMARIO: La salida de Aylwin del poder y la lejania geografica, obstaculos CREDITO: Ivan Witker, corresponsal Con amplia sonrisa, el ministro de Hacienda de Chile, Alejandro Foxley, finalizo su ultimo viaje a Estados Unidos, convirtiendose en la primera alta autoridad del gobierno chileno que se entrevista con las maximas personalidades del Ejecutivo estadounidense. Foxley fue categorico en senalar que este pais sudamericano se encuentra "listo" y que "estan dadas todas las condiciones" para que Chile suscriba de inmediato un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos. Hablando en Washington ante numerosas personalidades norteamericanas, reunidas en un almuerzo convocado por las instituciones Dialogo Interamericano y la Brooking Inst., Foxley demando a EU y Canada a expandir sus intereses comerciales hacia el Sur y aseguro que, "al menos en lo que respecta a Chile, ya estan presentes todos los elementos para firmar un TLC". La verdad es que el flematico titular de las Finanzas chilenas asume un discurso de encendida y exuberante retorica cuando se habla de un TLC con EU. Nadie duda en esta capital que sus palabras en Washington interpretaron el mas acariciado sueno de un vasto sector del gobierno chileno. Sin embargo, las palabras de Foxley parecen dirigirse mas hacia el reforzamiento del optimismo, ya que por razones de diversa indole -principalmente ajenas a Chile- un TLC con EU no podra concretarse antes del 10 de marzo de 1994, cuando expire el mandato constitucional del presidente Patricio Aylwin. En efecto, a pesar de que este pais ha liberalizado su economia mas que ningun otro en America Latina y que el motor de su actividad economica es el fomento y diversificacion de las exportaciones sobre la base de pregonar el libre comercio y de incentivar el sector privado, hay varios problemas externos con que se ha topado el gobierno de Aylwin a la hora de tratar de concretar este TLC. En primer termino, la euforia que ha provocado en circulos empresariales, gubernativos y politicos el boom economico que vive Chile, obnubilo de alguna manera las estrategias de corto y mediano plazos, dentro de las cuales se inscriben los multiples TLC y Acuerdos de Complementacion Economica que ha venido firmando Chile estos ultimos anos. La parte chilena se sustrajo notoriamente del marco internacional, al punto de pensar que para la firma de tales acuerdos bastaba la voluntad nacional. Principal afectado por esta distorsion en los objetivos de mediano plazo fue la apuesta a una pronta firma de un TLC con EU. Sin embargo, la lejania geografica ha estado aterrizado paulatinamente las expectativas frente a EU. En segundo lugar, las autoridades chilenas, al parecer, no dimensionaron adecuadamente los enormes avances y complejidades que ha tenido la negociacion entre Mexico y Estados Unidos. Las claras aseveraciones del presidente Bill Clinton en orden a ubicar a Chile en lugar razonable de una lista de espera y de iniciar tratativas con el pais sudamericano solo cuando concluya el proceso con Mexico, han situado la eventualidad de un TLC entre los dos paises en punto mas cercano a la fria realidad. En tercer lugar, las autoridades de Hacienda fueron incapaces de situarse con realismo en el marco de la gigantesca asimetria entre las economias norteamerica y chilena, lo que aumento innecesariamente las expectativas frente al ritmo de eventuales negociaciones. Aun cuando Foxley ya comprendio que la firma de un TLC no llevara su rubrica, pues Patricio Aylwin debera entregar el mando de la Nacion en marzo del proximo ano y que dada las reacciones de la Administracion Clinton, sera necesario armarse de mucha paciencia, en Chile no se pierde el optimismo. A pesar de ello, llama profundamente la atencion en circulos de prensa la evidente incongruencia que