GUIA: SANTA SECCION: Cultura Pag. 6 BALAZO: Semana Santa nahua en Guerrero CABEZA: Despues de que el orden se corrompe SUMARIO: Una serie de relevos rituales rige la Semana Mayor en esta region, geografia compleja como su gente. Ahi, Cristo vuelve a morir entre cristianos, protestantes y carismaticos que se arrebatan la hegemonia de los simbolos. El esta en juego, lo mismo que la raiz de esos pueblos CREDITO: Matha Garcia El Carnaval festeja los ultimos dias de libertinaje, instantes en que se prepara el conteo para Semana Santa. Este tiempo festivo culmina el martes anterior al miercoles de Ceniza. Ya no habra alcohol, ni chotis, menos danzones. La ruta ceremonial trazada -siete pueblos encargados de los viernes de Cuaresma- en la region nahua de Guerrero, se sostiene muy en contra de la mano de la Iglesia catolica, de las divisiones religiosas entre carismaticos, protestantes y catolicos, todos ellos envueltos en el atavismo ritual que hoy por hoy obliga a los pueblos a redimirse segun los canones. Los preparativos son largos en esos casi 50 dias que anteceden a la Crucifixion de Cristo. Este ano, lo que aqui llamaremos un circuito ceremonial comenzo con la celebracion del Carnaval -y dentro de este se realiza el intercambio de santos, cuando los "cuidadores" de las imagenes cambian del viejo al nuevo mayordomo-, en San Agustin Oapan; el "primer viernes", de las principales citas, en Coetzala; "segundo viernes" en Tomatal; "tercer viernes" en San Juan Tetelcingo; "cuarto viernes" en Mayanalan; "quinto viernes" en Ahuehuepan; "sexto viernes" en Palula, y finalmente Semana Santa tambien en San Agustin Oapan. Cuando se lleva a cabo el intercambio de santos en el Carnaval, estos son custodiados durante un ano en la casa del nuevo mayordomo, quien junto con el padrino, el fiscal y sus ayudantes, tlayacoques en nahuatl (estas denominaciones son otros puestos religiosos), se encarga de mantener la iglesia impecable y de organizar las fiestas dedicadas a los santos patronos de los barrios. En medio del carnaval y las procesiones para sacar y llevar al santo a su nueva morada, hay grandes comilonas y borracheras, no se observa el sentido estrictamente religioso de la celebracion y se entra al universo del desorden. Los ayudantes, es decir, los tlayacoques, se disfrazan de mujeres y animales, juegan con los espectadores, asustan a los ninos y ninas, bailan, toman, queman cohetes y sueltan latigazos al aire. Al Miercoles de Ceniza le antecede el ocaso carnavalesco, dia en que los topiles, policias del comisario, castigan a los tlayacoques por sus desenfrenos. Cerca de seis hombres que han perseguido el ruido y el mezcal son colgados en una plataforma improvisada en el centro del pueblo. Amarrados de los pies, son sostenidos en un mastil transversal y ahi se consuma "la inversion de los invertidos", los que atentaron contra lo establecido. Con estas escenas concluye el Carnaval, preambulo de la peregrinacion al dia siguiente a Coetzala (el trayecto es de la zona del rio Balsas a la region de la Montana), viaje que hace anos se hacia en burro; en la actualidad se contratan camiones que van en caravana. El prologo de la Cuaresma se extiende en cada viernes, dias de guardar. Del itinerario descrito, Ahuehuepan atendio las promesas hechas a San Juan Evangelista, figura que congrega tambien a los pobladores de Ahuelican, comunidad que pago sus velas, musica y mezcal. El agreste paisaje serrano es desolador para una fiesta tan fertil en la cohesion colectiva. Enclavados en una tierra color cafe seco, de arboles grises, sedientos, los pobladores de Ahuehuepan -lejos del curso del rio y de las obras de agua potable- sostienen la tradicion de ese quinto viernes.