\SEPT9\Herencia indigena y espanola La muerte, elememnto siempre presente en la cultura mexicana: Leon Portilla Fenomeno que atenta contra el principal instinto del ser humano: la conservacion de la especie, dijo Gisela von Wobeser Yo Netzahualcoyotl lo pregunto ¨Acaso de veraz se vive con raiz en la tierra? No para siempre en la tierra: solo un poco aqui. Aunque sea de jade se quiebra, aunque sea oro se rompe, aunque sea plumaje de quetzal se desgarra. No para siempre en la tierra: solo un poco aqui. Netzahualcoyotl. Ya sea en la cultura mexicana o en cualquier otra, el tema de la muerte ha sido fundamental para el ser humano porque no se puede concebir a la vida sin ella. En este sentido, es innegable que analizar a la muerte desde diversos enfoques y bajo distintas disciplinas constituye un valioso elemento para conocernos a nosotros mismos. Particularmente por las dos herencias culturales que tiene nuestro pais: la indigena y la espanola, el tema de la muerte aparece y reaparece constantemente a lo largo de la historia. Con el encuentro de dos mundos, las tradiciones de ambas culturas se funden en el mexicano, y entre otras costumbres originan en el una enorme importancia hacia la muerte, que se manifiesta a lo largo de su vida en innumerables manifestaciones cotidianas. Con estas palabras el doctor Miguel Leon-Portilla, investigador emerito del Instituto de Investigaciones Historicas, subraya la importancia del simposio internacional que con el nombre La Muerte. Diversos enfoques en torno a su significado, fue organizado por esta dependencia y celebrado en el Auditorio Guillermo Soberon de la Universidad Autonoma de Tlaxcala (UAT), del 1 al 3 de septiembre pasados. En el marco de las actividades de este acto, que conto con la participacion de importantes especialistas nacionales y extranjeros, el doctor Leon-Portilla comento que la muerte siempre tino la e-xistencia del hombre prehisp nico. Esto se puede ejemplificar con la existencia de distintas expresiones, como las fiestas de muertos, el sacrificio, la guerra florida, las deidades y la muerte representada en los codices, textos y esculturas de aquella epoca. En el caso de la cultura espanola el culto a la muerte ha sido tambien muy intenso. El cristianismo le concede enorme importancia, en cuanto a que es el momento decisivo que antecede al juicio particular de la persona, asi como al juicio final del mundo. De aqui tambien se desprenden invariables manifestaciones: un dia y el pan de muertos y una serie de rituales que permean mucho la vida cotidiana, como el hecho de que en Espana hasta hace poco tiempo la gente llevaba comida a los cementerios y se sentaba en sus criptas a compartir con ellos el alimento. Esta tradicion probablemente sea de origen indigena. Miguel Leon-Portilla afirma que aunque la religion prehisp nica ya no existe como tal, en el caso de Mexico el cristianismo ha sido reinterpretado en muchos aspectos a la luz del pensamiento prehisp nico. Por ello, es muy importante que este simposio, organizado por la UNAM, haya logrado reunir a investigadores de diversos origenes sobre un tema tan trascendental para nuestro pais, apunto el investigador. Durante la inauguracion de este acto, al que asistieron funcionarios del gobierno del estado de Tlaxcala y de la propia UAT, quienes brindaron un importante apoyo para la realizacion del seminario, la doctora Gisela von Wobeser, directora del Instituto de Investigaciones Historicas (IIH) de la UNAM, confirmo que la preocupacion del hombre por la muerte se encuentra en estrecha relacion con la preocupacion por la vida, ya que al ser la negacion de esta, atenta contra el principal instinto de los seres vivos: la conservacion de la especie. Al no querer aceptar la muerte, dijo, el hombre ha creido en una vida eterna, por lo que la mayoria de las religiones plantean la existencia de un m s all , al cual ir n a dar las almas y, en algunos casos, <%2>tambien los cuerpos de los hombres despues de su fallecimiento. En la conjugacion que se da en Mexico de las dos concepciones sobre la muerte: la prehisp nica y la judeo-cristiana, se advierte que ambas entendian la vida como el camino transitorio que seguian los humanos para alcanzar su destino definitivo en el m s all , de acuerdo con la forma en que habian vivido y muerto en la Tierra. Luego de senalar que esta preocupacion fundamental del hombre se ha manifestado en su comportamiento social y en la religion, el arte, las tradiciones populares y la filosofia, entre otras, la doctora Von Wobeser sostuvo que la idea que sobre la muerte se gesto durante la epoca colonial sigue vigente en actualidad en amplios sectores de nuestra sociedad, por lo que persiste la creencia en la resurreccion del alma, la existencia del infierno, del purgatorio y el paraiso, asi como la realizacion de muchas pr cticas tradicionales, como los ritos funerarios, las misas de difuntos, la celebracion de los dias de muertos y el uso de altares para las almas de los difuntos. Durante una de las primeras ponencias del simposio, el doctor Marcos Winocur, colaborador de la Universidad Autonoma de Puebla, aclaro que de la misma forma que ha cambiado el hombre durante este siglo, ha variado tambien su actitud ante la muerte. La pr ctica reiterada del genocidio manifiesta en las dos guerras mundiales, el colonialismo y la gran serie de conflictos belicos, asi como el papel reproductor de la imagen de violencia que juegan los medios, entre otros elementos, "nos ha transformado en seres indiferentes a los que nada asombra ni conmueve. "Millones de seres humanos son cada dia empujados a la marginacion, al hambre y a la desesperacion en un mundo cada vez m s unipolar. Los ninos son asesinados en las calles, la droga hace blanco por doquier, el nazismo renace, las naciones son atropelladas, los bosques devastados, los rios, el mar y el aire envenenados; la fraternidad ha dejado paso a la competitividad, el consumismo es rey, el socialismo se ha podrido y caido victima de sus propias contradicciones".Marcos Winocur afirmo que ahora nos encontramos frente a una muerte que ha recibido el impacto de las revoluciones industriales. "No se puede perder el tiempo, no se puede derrochar energias ni siquiera en llorar al muerto; el hombre de hoy cada vez est m s desgarrado, m s en conflicto consigo mismo; la muerte, que es impedida de entrar por la puerta, lo hace por la ventana y se llama neurosis. Cambia la manera de vivir, cambia la manera de morir y cambia el hombre mismo". En este sentido, Marcos Winocur senalo que no es por azar que el tema de la muerte se haya puesto de moda, "desde las diversas disciplinas academicas, hasta la noticia periodistica y la experiencia de la vida cotidiana huelen a muerte, y de ella no podemos desentendernos". En este escenario, subrayo, una esperanza es que a la presentacion de la muerte en el siglo XX siga la presentacion de una nueva vida en el siglo XXI. Al hacer uso de la palabra, la maestra Elsa Malvido, colaboradora de la Direccion de Estudios Historicos del Instituto Nacional de Antropologia e Historia (INAH), sostuvo que la muerte por medio de los tumulos funerarios, -sepulcros levantados por encima del nivel del suelo para cubrir una sepultura- tuvo una importante funcion social en la Nueva Espana; fue capaz de alterar la vida cotidiana, de involucrar a toda la poblacion y expresarse en todas las artes: teatro, arquitectura, pintura, escultura, musica, canto y danza. La procesion, dijo, no es otra cosa sino una danza con ritmo y concierto frente al tumulo, en donde las velas encendidas constituian uno de los elementos claves para el gran ritual. De esta forma, la arquitectura funeraria del tumulo fue expresada en lineas con la fotografia del muerto, las velas y las calaveras de azucar durante el dia de los Fieles Difuntos. M s adelante la doctora Yolotl Gonz lez Torres, directora del Museo del Carmen del INAH, explico que durante la epoca prehisp nica ser sacrificado y canibalizado tenia un valor ambivalente; por una parte, se sabe el honor que esto significaba y el premio que se obtenia en el otro mundo, "yendo a vivir al paraiso del Sol en forma de pajarillos y mariposas", pero, por la otra, era motivo de insulto el ser capturado, sacrificado y comido, por lo que todos los hombres tenian un temor instintivo a esta pr ctica. Afirmo que no se sabe con certeza que miembros de la comunidad mexica podian comer carne humana, pero hasta donde se puede deducir de las fuentes, eran b sicamente los guerreros y seguramente los sacerdotes. Sin embargo, tambien se sabe que nunca comian carne del mismo grupo, a menos que fuera consagrada o santificada mediante los ritos que los convertian en dioses. Tampoco se sabe exactamente que es lo que pasaba con los cuerpos caidos en batalla, aunque algunos cronistas mencionan que estos eran comidos por los vencedores. Luego de comentar que adem s de ser comidos los guerreros sacrificados, parte muy importante de su alma o energia vital era conservada por los aprehesores, con el pelo de la coronilla y algunos huesos que se convertian en fetiches, la doctora Gonz lez sostuvo que seguramente la vision de un m s all no llega a ser perfectamente clara en ningun pueblo, pero en determinados sitios existia adem s la vision impuesta por el Estado o el grupo dominante, que podia llegar a crear un paraiso para los que siguieran las normas de conducta impuestas. Rosa Maria Gasque 09/09/9309/09/93 .