JUNIO24 Riguroso seguimiento sobre su deterioro Medidas de conservacion para la Capilla Sixtina del arte rupestre Cada persona que entra a la cueva de Altamira desprende 50 gramos de agua, 80 mil calorias y 17 litros de anhidrido carbonico Considerada como la Capilla Sixtina del arte rupestre, la cueva de Altamira, localizada en el norte de Espana, sufrio graves deterioros como resultado del alto numero de visitantes, los que en ocasiones llegaron a ser mil 500 en un dia. En 1977, al percatarse de que los colores de la cueva se opacaban, las autoridades espanolas tomaron la decision de cerrarla indefinidamente. La cueva requeria de acciones inmediatas para su conservacion; por esto, el Ministerio de Cultura espanol y un grupo de cientificos, encabezado por el doctor Eugenio Villar, profesor emerito de la Universidad de Cantabria, quien se encuentra de visita en Mexico, iniciaron en 1980 un estudio sobre el estado natural de la temperatura, el aire y la humedad de la cueva, y de como se veian alterados estos por el numero de visitantes. Una vez conocidos los resultados de dicho estudio, se establecio un regimen de visitas que variaba de acuerdo con las condiciones climaticas que se presentaban en las diferentes estaciones del ano. En entrevista a Gaceta UNAM, el doctor Villar explico que su equipo de trabajo estuvo integrado por un grupo multidisciplinario, en el que participaron fisicos, quimicos, ingenieros, biologos, geologos y arqueologos. El trabajo de investigacion Para poder sugerir las acciones ya descritas, el doctor Villar senalo: "antes que nada, habia que caracterizar el microclima de la cueva, integrado por una determinada temperatura, cierta cantidad de agua y una especial flora microbiana". Ademas, en el intervienen las corrientes de aire provenientes de otras secciones de la cueva. Explico que el proceso natural de deterioro de las pinturas rupestres de Altamira comprende tres fases: la ocultacion de la pintura, por una costra conocida como la "peste blanca" (consiste esta en la acumulacion de carbonatos y sales c lcicas); luego, estan las acciones quimicas resultado del paso del agua, contaminacion y flora microbiana y, finalmente, el desprendimiento de las pinturas por las variaciones del volumen de las rocas, caida e estas y la humedad. Este deterioro se acentua porque cada persona que entra en la cueva desprende 50 gramos de vapor de agua, 80 mil calorias y unos 17 litros de anhidrido carbonico por hora, provocando un efecto de condensacion que dana las pinturas. Asevero el doctor Villar que se genero un debate cuando algunos visitantes comentaron que la cueva, que tiene el cuello dividido en dos por una falla, poseia colores distintos en ambas partes; "efectivamente, al hacer el estudio de color notamos esa diferencia". Al no permitir el paso de visitantes se recupero el color, posiblemente se debio a que un velo de sales c lcicas cubria la pintura y, al desaparecer ese velo de pequenos cristales, el color reaparecia, "ya que es imposible que una pintura mejore por si misma; solo se conserva o se deteriora". A pesar de las precauciones tomadas, no se puede predecir cu nto tiempo m s pueden durar las pinturas; solamente se habla de un orden de magnitud de deterioro. Ante esto existen dos actitudes para hacer frente a la conservacion, comento el doctor Villar. "La primera, destacar que existen procesos naturales muy lentos, tanto que casi no son medibles; con el fin de que no se alteren esos procesos hay que establecer limitantes en las visitas. La otra seria mantener el ambiente con aparatos que impidan la modificacion de las condiciones naturales, lo que significaria una actitud drastica y poco recomendable". Propuestas para su conservacion Entre las propuestas del doctor Villar para la conservacion de las pinturas rupestres de Altamira se encuentran: el seguimiento sobre los procesos que deterioran las pinturas como precipitaciones, disolucion de los pigmentos y alteraciones de la roca por humedad. Adema, se debe limitar el numero de visitantes por mes y exigir que se calcen con zapatos especiales que impidan el traslado de colonias de bacterias. Asimismo, es necesario estudiar las malformaciones especificas, mediante fotografias de cada pintura de la cueva, y hacer comprobaciones periodicas para saber si no se han alterado. Finalmente, el doctor Eugenio Villar preciso que su proceso de investigacion puede ser aplicado para cualquier tipo de pinturas rupestres que se encuentren en el interior o en el exterior, como las pinturas rupestres localizadas en Baja California. 06/25/9306/25/93 .