JULIO29 Expone el Chopo pinturas de Manuel Salazar, condenado a morir por las leyes estadunidenses Una profunda fe religiosa, el orgullo por sus raices indigenas, su amor y respeto por la naturaleza impregnan la obra pl stica del pintor mexicano Manuel Salazar, hijo de padres mexicanos, nacido en Jolief, Illinois, el 20 de febrero de 1966, quien es convicto desde 1986, acusado de dar muerte a un policia estadunidense, y espera su ejecucion por medio de una inyeccion letal. Dotado de una profunda vision y habilidad, Salazar expresa en sus obras un resentimiento hacia las leyes norteamericanas. En la soledad de su celda, dedica parte de su tiempo a retratar su propia realidad: la violacion de su derecho a la libertad. Sobre este concepto giro la tem tica de la mesa de informacion publica No a la pena de muerte y al racismo, realizada en el Museo Universitario del Chopo, en donde el periodista Gabriel Santander, reportero del Canal 11 de television y colaborador de los periodicos El Norte y El Nacional, manifesto que el sistema de Estados Unidos es contradictorio. Por un lado, su Constitucion, pilar juridico y politico de occidente, es la plataforma para lo que despues vendrian a ser, con la Revolucion Francesa, los derechos del hombre. Sin embargo, dijo, su caracter calvinista hace del sistema estadunidense un orden ficticio e hipocrita. Despues de impuesta la pena de muerte, en 1976, segun datos de Amnistia Internacional, Estados Unidos ha ejecutado, hasta hoy, a casi 200 personas. Por ello, la pena de muerte tiene la malvada fascinacion de los intangibles instrumentos de tortura. El periodista destaco que existen dos problemas fundamentales a los que se enfrentan los condenados a la pena de muerte: el racismo y la posible inocencia. Estudios realizados por las universidades norteamericanas demuestran que en los casos de homicidio en donde la victima es blanca, las probabilidades de una sentencia a la pena capital son cuatro veces mayores que cuando es negra o hispana. Asimismo, dijo, esta sentencia ha sido impuesta en ocasiones a presos a quienes despues de ser ejecutados se descubre que eran inocentes y se les exculpa de los cargos por los que se les acuso. Al referirse a los sistemas utilizados para llevar a cabo la pena de muerte en EU, Gabriel Santander menciono que no existe ningun metodo capaz de evitar la agonia y el sufrimiento de una ejecucion impuesta por la ley. Por un lado, la silla electrica, productora de carne quemada, es quiza el mas retrogrado de los recursos. Este metodo produce la quemadura de organos internos; en muchos de los casos, la primera descarga no es suficiente, lo que implica una agonia consciente. Por otra parte, en la ejecucion por gas, es liberado cianuro en la c mara; el proceso inicia cuando el reo respira y, si este se resiste a hacerlo, la ejecucion igualmente se prolonga. Un ultimo metodo es la inyeccion letal, sistema previsto en 18 estados del pais vecino del norte, que consiste en aplicar una sobredosis de parbulon o bromuro pancuronio al reo, quien muere por asfixia. Culpabilidad o inocencia? En su participacion, el abogado Jorge Jimenez, de Amnistia Internacional, menciono que la culpabilidad o inocencia del individuo no tiene mayor relevancia. Este organismo se opone a la pena de muerte, cualquiera que sea el caso o circunstancia en la que se haya dado la comision del delito; con la aplicacion de la pena capital se afecta uno de los principales derechos de todo ser humano: el derecho a la vida. Amnistia Internacional, agrego, se ocupa de casos como el de Manuel Salazar. Este es un hecho representativo de como se aplica la sediciente justicia norteamericana de los ultimos anos, con la que se afecta, con frecuencia, a los grupos desprotegidos ante el imperio xenofobo estadunidense. Jorge Jimenez destaco que la pena de muerte impuesta en la Estados Unidos atenta contra los derechos humanos y viola sus propias leyes, ya que ese pais se comprometio a no aplicar la pena capital en la Declaracion Universal de los Derechos Humanos, firmada por todos los paises que integran la Organizacion de las Naciones Unidas, en 1948, y en la que se considera la vida un derecho fundamental. 07/29/9307/29/93 .