JULIO26. Son espejos donde los mexicanos miran el mundo A codazos discursivos ejercen su oficio las escritoras chicanas Coloquio sobre las dicotomias en que viven inmersas: segregacion. marginacion y racismo de ambas culturas. Las escritoras chicanas se han apropiado del escandalo; emergen en las ultimas decadas del mundo multietnico y multicultural norteamericano, y a codazos discursivos han puesto en tela de juicio el proyecto politico de ese pais. Dentro del universo anglosajon, estas mujeres se han tornado espejo donde los propios mexicanos miran el mundo de contradicciones sociales, racismo y segregacion que ha originado historicamente la creciente emigracion de su pueblo hacia el vecino pais del norte. Durante el coloquio Literatura escrita por mujeres chicanas, que organizo el Centro de Investigaciones sobre America del Norte y la Facultad de Filosofia y Letras, los dias 24 y 25 de junio, se pusieron de manifiesto las dicotomias en que viven inmersos los chicanos y las chicanas, entre las que sobresalen la segregacion, la marginacion y el racismo al que se enfrentan en ambas culturas. El legado mexicano y las realidades estadunidenses, el bilingismo y el biculturalismo como marcadores de asimilacion, aceptacion y diferenciacion, insoslayables en la cotidianidad de las chicanas, se expusieron en este coloquio. Durante esta reunion, comento Claire Joysmith, ella se propuso dar a conocer y desglosar esas "alteraciones en los campos discursivos" que presenta la escritura de las mujeres chicanas. En una suerte de dialogo, escritoras mexicanas y chicanas hablaron de sus modos particulares de hacer la literatura a partir de sus contextos culturales. Asi, la escritora mexicana Elena Poniatowska asevero que las escritoras mexicanas, palabras m s, palabras menos, giran aun en torno al amor y al desamor que lleva a la soledad. Novelas de amor o desamor son las de Rosario Castellanos, que han sido llamadas indigenistas, cosa que a ella jamas le parecio; lo mismo Elena Garro y hasta Angeles Mastretta, Sara Sefchovich y Laura Esquivel -para citar solo a las mas exitosas, las mas taquilleras comercialmente, lo cual no significa para nada que sean las mejores-. "Sigo pensando que la m s contestataria de las creadoras mexicanas, escritora o no, es Frida Khalo, nosotras las mexicanas hemos ido mas lentas", dijo. Las mexicanas -continuo Poniatowska- nunca hemos sabido reclamar nada, y cuando lo hemos hecho, como en el caso de Pita Amor, nos han tachado de locas, esto nos hace recogernos en nosotras mismas, perder dinamismo y no cruzar fronteras. Sin embargo, dijo, todo lo que las chicanas han efectuado a lo largo de su vida es derribar obstaculos, franquearlos y cruzar las fronteras: la sexual, la social, con la virgen de Guadalupe, la Malinche y la Llorona a cuestas. "Desde hace varios anos sostengo que las que escribimos en Mexico tenemos mucho que aprender de ellas y somos sus deudoras, porque escritoras como Elena Maria Viramontes, Sandra Cisneros, Ana Castillo, Lucha Corpi, Gloria Anzaldua, Mary Helen Ponce, Norma Alarcon, Norman Cantu y muchas otras nos devuelven nuestras raices, nos hacen regresar a la fuente, exaltan nuestros valores m s hondos, los m s primitivos, y nos los hacen esenciales." Las mexicanas -anadio- no estamos tan cerca de la tierra, ni de la Revolucion; ninguna se pondria una falda de china poblana, como lo hace Sandra Cisneros para dar una conferencia, ni ladearia su sombrero charro a la hora de gritar -Viva Mexico!, como ella lo hace despues de bailar un jarabe tapatio. "Ninguna seria tan abierta como Gloria Anzaldua, que se presenta a si misma como chicana, lesbiana y feminista. Esa necesidad de reivindicar su lesbianismo podria ser una contraparte del machismo, aquel que sometio a su madre, a su abuela e hizo de la condicion femenina una funcion subalterna." La autora de Tinisima dijo: las mexicanas que pasaron o nacieron del otro lado muy pronto decidieron que sexualidad no es destino, que biologia tampoco lo es y que podian antes que otras decidir sobre su cuerpo; han decidido mucho antes que las escritoras mexicanas, al menos mucho antes que yo, para quien escribir es sobreviviencia, autoafirmacion, liberacion, sin que esto infrinja ningun codigo impuesto por la sociedad porque se trata de una actividad marginal. La literatura chicana -senalo Poniatowska- ha crecido, y su vigor y dinamismo resultan extraordinarios; empieza a traducirse al espanol. Pienso en Miguel Mendez, cuyo Peregrinos de Aztlan, publicado por Era, es una de las buenas novelas de este siglo de la literatura mexicana; pienso en lo que significa la exaltacion de la raza en los Estados Unidos, la de los mexicanos americanos, bronceados, pequenos, mil usos, los mexicanos que han sido humillados, relegados, pateados y que ahora surgen creadores de una literatura tierna, innovadora, violenta, bella y generosa. En su intervencion la doctora Norma Alarcon, profesora de la Universidad de California, en Berkeley, destaco que la critica chicana, mediante la busqueda de la igualdad politica, ha generado una serie de cuestionamientos no solo a la sociedad y cultura norteamericanas sino tambien a la mexicana en su aspecto patriarcal, segun su mediacion por su representante en el ambiente americano, que seria el chicano. Tras el chicano siem- pre hay un mexicano, senalo Norma Alarcon; la critica chicana se ha ocupado de contestar la configuracion de que Estados Unidos es pais de inmigrantes junto con las minorias afroamericanas y latinas. Asi, la literatura chicana se convierte en una literatura critica. Tambien, comento la especialista, en la literatura chicana se recodifican aspectos de la cultura mexicana y se le dan distintos sentidos en el ambito norteamericano; la Maliche, la Llorona y la virgen de Guadalupe, al cruzar la frontera, ponen en cuestion el proyecto nacionalista de ambos paises. Del mismo modo, las escritoras chicanas han puesto en cuestion la sexualidad masculina. En su momento la maestra Aralia Lopez subrayo que el proyecto estetico y literario de la cultura chicana nace directamente de un reconocerse para ser, en cuanto a colectividad y para defender su integridad dentro de un espacio nacional que, no obstante el apoyo a las minorias, resulta crecientemente homogeneizador y competitivo; nada menos que el centro del imperialismo mundial. Asimismo, continuo, cuando la cultura chicana reclama su derecho a ser, tambien lo hace respecto a sus raices mexicanas, pero desde una vision internacional, multicultural y bilinge, que implica otro modelo de interpretacion de las mismas. El proyecto estetico cultural de la narradora chicana, de acuerdo con el movimiento chicano, est m s preocupado por la busqueda de la verdad que por la verosimilitud en terminos del artefacto literario; predomina la posicion discursiva q<%-2>ue denuncia y testimonia, m s que la de transfiguracion de la realidad<%0>. Sin embargo, dijo, en cuanto a las mujeres, estas si tienen una tradicion primermundista consolidada a la que pueden recurrir para resolver en el terreno de las relaciones sociales -al interior cultural y familiar- el conflicto entre la permanencia y el cambio de las estructuras machistas. "Las mujeres reclaman el derecho a su vision y sensibilidad especifica, y a la libertad de expresion y experimentacion". El arte y la literatura chicana, intensamente jovenes y vitales, luchan contra una opresion de la sociedad global, concreta e inmediata, y contra una tradicion cultural no funcional en esa sociedad; nace, pues, con franca intension libertaria, anadio la maestra Aralia Lopez. Como fusion afirmativa y diferencial, la literatura chicana recupera la mitologia cultural mexicana prehisp nica, como lo hicieron desde otra situacion histo<%-2>rica Carlos Fuentes o Rosario Castellanos por la misma epoca. Escritoras mexicanas y chicanas En un dialogo final entre escritoras mexicanas y chicanas, en torno a la conciencia de la experiencia personal como mujer escritora, los encuentros y desencuentros culturales y literarios; los legados, realidades y fronteras y las estrategias narrativas, las escritoras dejaron ver un poco de si mismas. La investigadora y escritora chicana Norma Cantu: como mujer, en mi obra intento relatar y hacer una cronica de la vida fronteriza desde un punto de vista feminista; aportar una vision de esa historia que hemos vivido los fronterizos. Estamos ligados a ambos mundos, concibo un Mexico muy norteno, muy alejado de la capital..., tengo el lenguaje de Estados Unidos aprendido a duras penas, pero esos dos legados son un orgullo, como dice Gloria Anzaldua, me permite manejar el mundo zurdo. La escritora mexicana Maria Luisa Puga: aun sin escogerlo, despues ya lo asumi deliberadamente, creo que yo siempre he escrito desde una cosa que llamo la fuerenez, el estar afuera y al margen. Despues, he ido fabricando esa fuerenez; cuando he podido, he salido del pais, y ya llevo nueve anos fuera del Distrito Federal; vivo a kilometro y medio de un pueblito. Esto me interesa como ngulo de vision para ver desde ahi los temas que desarrollo en mis novelas y cuentos. Creo que al estar m s proxima a las realidades con las que trabajo me involucraria demasiado y quiz no tendria una mirada m s controlada. Escritora chicana de poesia, novela y cuento, editora y traductora, Ana Castillo: naci en Chicago, como Sandra Cisneros, y no es cierto que por haber nacido tan lejos de Mexico seamos m s mexicanas que el nopal. No tuve problemas por ser chicana, mexicana o mestiza; el problema surgio cuando comence a ser mujer. Empece en el movimiento chicano de los 70 trabajando con los artistas latinos contra el racismo; despues, tuve una gran decepcion por la que entendi que como mujer, por mi genero y por mi sexualidad, no tenia la misma lucha que mis companeros. Yo tomo la posicion contra el nacionalismo; los chicanos, por necesidad, tuvieron que inventar una nacion que fue Aztlan; como mujer y como feminista estoy contra el nacionalismo, asi que yo no veo las fronteras politicas tanto como otras que hay invisibles y poderosas. En mis obras, la subversion se encuentra en la estructura, el lenguaje, la construccion y la tecnica. Creo que lo que se debe de escribir no es lo que no se permite, sino lo que no se ha permitido. Poeta y escritora de cuento, Sandra Cisneros: quiero empezar por denunciar una entrevista que salio en la publicacion cultural semanal de un diario mexicano..., y -que bueno que no vivo en Mexico!, porque despues de esa entrevista tuviera que huir. Es cierto que, como dijo Rosario Castellanos, tenemos que inventarnos a nosotros mismos, pero -hay, caray! como se pasaron en inventar. En su primero o segundo idioma, explico: mis historias no son totalmente autobiogr ficas; es necesario separar mis cuentos, que son ficcion, de la realidad. Soy muy fisgona, tomo estos cuentos de las historias que me cuentan mis amigos; vivo en un ambiente duro, espiritual y fisicamente, en la zona rida de San Antonio, Texas. He sido afortunada: soy la unica escritora chicana que vive de su profesion despues de 15 anos de lucha. En seguida la escritora mexicana Aline Petterson se cuestiono: ¨Que soledad en llamas propicia el acto de escribir?, y se contesta: escribo porque no entiendo la vida de otra manera, porque al escribir me explico yo y me explico al mundo, mientras la chicana Lucha Corpi, cuentera al fin, narro una historia en la cual colgaba la muneca de un rbol, apenas una nina, para treparse a leer una version infantil de Las mil y una noches. "Para mi, el ser mujer es tener la lectura, hacer lo que yo quiero..., hasta cierto punto los encuentros o desencuentros culturales y literarios no son m s que la cuerda floja, aquella barda que caminamos entre un pais y otro, un idioma y otro, y como estrategia narrativa mi unico consejo es: cuelguen a la muneca." La autora de Las ninas bien y Primero compro y luego existo, una de las taquilleras literarias de Mexico, Guadalupe Loaeza: yo tambien aqui, como las companeras chicanas, de alguna manera vivo entre dos mundos; esto a veces resulta un poquito esquizofrenico, a veces enriquecedor; tengo quizas esa capacidad de poderme alejar de un mundo, tomar distancia y tiempo, despues adentrarme. Creo haber tomado distancia y objetividad en relacion con estas personas que no siendo chicanas, pero si muy pochas, viven con el estilo de vida americano, se deslumbran con los Estados Unidos. Tambien hablo de estas mujeres que viven en dos mundos culturalmente. Autora de la primera autobiografia escrita por una chicana, Mary Helen Ponce: mi pasion es leer, pero mi don y mi responsabilidad es escribir para reconstruir las experiencias de las mujeres mexico-americanas, escribir obras historicas, ficcionales. El relato de los piojos que lei por la manana es solo una historia social, pero la obra que m s me ha dolido escribir es Los tisicos; en el barrio de Pacoima, mi Macondo, muchos de los emigrantes mexicanos padecian tuberculosis y se experimentaba con ellos. Mis dos hermanos mayores murieron de este mal. La escritora mexicana Ethel Krauze: yo no naci con la conciencia de ser mujer, naci mujer como un hecho natural, me lance a escribir por una necesidad fisica, psiquica y emocional por contar lo que ocurria dentro de mi y en mi entorno y nunca me pregunte si lo que estaba haciendo era literatura femenina, masculina o neutra. Cuando empece a publicar me enfrente a toda una problematica en torno a la literatura que yo estaba haciendo; tenia que definirme... Por primera vez pense que era esto de literatura con adjetivos. Acepte entonces el titulo de literatura femenina para la obra escrita por mujeres, siempre y cuando fuera una contrapartida de la literatura escrita por hombres o masculina, y que la suma de ambas fuera la literatura universal. Han pasado m s de 10 anos y descubro que es perfectamente v lida esa postura; por m s que he tratado de buscar en el planeta, no he encontrado un ser humano; solo hombres y mujeres que, juntos hacen al ser humano. Lo neutro es una abstraccion. Tiene que llegar el dia que en los distintos quehaceres se pregunte por la indole sexual, porque evidentemente hay hombres y mujeres, y somos diferentes. Muchas escritoras no quieren asumir abierta y publicamente su condicion femenina en la literatura porque lo femenino ha sido visto como algo secundario. Sin embargo, ya es hora de empezar a reivindicar la sexualidad femenina como legitima dentro de la capacidad creadora humana. El punto de vista femenino es uno, el masculino es otro, los dos enriquecen la vision global... Estela Alcantara Mercado 07/26/9307/02/93 .