JUL01.Doctor Carlos Sirvent La reforma politica debe ser un instrumento de acuerdo democratico Lo que se requiere es que el gobierno de Mexico garantice la credibilidad en los comicios. El actual sistema de partidos politicos puede ser pertinente para el desarrollo de la democracia en el pais, siempre y cuando adecuen una reforma real de participacion por medio del voto, considero el catedratico de la Facultad de Ciencias Politicas y Sociales (FCPyS), doctor Carlos Sirvent, quien se pronuncio en favor de poner por encima de los argumentos y negociaciones partidistas a las organizaciones sociales. El alcance de la reforma politica vigente es mucho mas transparente que en el pasado; por ello, m s que una nueva reforma electoral, el gobierno necesita hacer algo para dar credibilidad a los procesos electorales, agrego. "A nuestra actual pr ctica juridico-electoral le afecta la tactica y la busqueda de confrontaciones en la arenga electoral, haciendo que cualquier reforma sea siempre limitada, porque pareciera que surge como un instrumento mas de negociacion y no como un mecanismo de acuerdo democr tico entre los partidos", indico. En ese sentido, el ex director de la FCPyS expuso que la creciente impugnacion y el caos en el debate politico es una caracteristica que desprestigia la participacion electoral -"aun la de los propios partidos"- y la de los procesos, pese a los avances de los organos electorales y de la nueva reforma politica. El doctor Sirvent participo en una mesa redonda de academicos, organizada por alumnos de esa facultad, en donde se reflexiono sobre los partidos politicos ante la sucesion presidencial de 1994. Explico que para ese ano los comicios ser n sumamente renidos, ya que el fin del partido "casi unico" y su aceptacion por parte del Ejecutivo abrieron las puertas a un juego politico-electoral mas complejo. En la sala Fernando Benitez, el profesor e investigador universitario hizo un discurso sobre la situacion electoral que predomino en Mexico durante las elecciones federales de 1988 y hablo de sus consecuencias politicas en los procesos subsecuentes. Comento que las condiciones politicas que surgieron despues de aquellas elecciones llevaron a nuevos an lisis e interpretaciones y se establecio una crisis organizacional en torno a las instituciones electorales. Luego de las elecciones presidenciales de aquel ano, agrego, se origino una oposicion de centro izquierda que culmino con la formacion del Partido de la Revolucion Democr tica. A su vez, el Partido Accion Nacional descubrio que las fuerzas opositoras al Partido Revolucionario Institucional no necesariamente eran resistencias que favorecieran sus intereses, toda vez que una buena parte de lugares considerados tradicionalmente panistas podrian ser derrotados a partir de una coalicion de partidos. Se inicia asi en la vida politico-electoral del pais un conjunto de procesos en donde el PAN empieza a resurgir, consolidando su poder regional hasta gobernar sobre aproximadamente nueve millones de mexicanos en zonas urbanas. El partido del Sol Azteca, entre tanto, reduce su presencia en entidades en las que no puede consolidarse por estar siempre en el debate politico -como Michoacan, el Estado de Mexico y el Distrito Federal-, y se establece en un conjunto de municipios ubicados, en su mayoria, en Oaxaca y Michoacan. Junto a esto -observo el estudioso de la vida politica del pais- hay adem s una recuperacion de las elecciones federales por parte del PRI, y recordo particularmente las de agosto de 1991. A estos cambios los acompana un complejo proceso de controversias, en donde no hay duda que a cada triunfo del PRI le seguir siempre un debate "tactico" sobre las elecciones de los partidos. En ese sentido, dijo, lo que est a discusion es el avance en el proceso democr tico y la no vuelta del partido casi unico. Asimismo, hay una recomposicion de las fuerzas partidistas, la cual vuelve a favorecer al PAN y al PRI. Le acompana incluso una nueva composicion del discurso y del proyecto gubernamental y se da un remiendo con fuerzas tradicionalmente excluidas de la vida politica del pais como las iglesias y los empresarios. Existe un amplio Estado promotor que empieza a reducirse simultaneamente a la busqueda de reformas internas en el PRI, argumento. Explico que la vida democr tica sobre la que se funda esta discusion se basa en un juego muy complicado de negociaciones, luchas y "arreglos extrademocraticos", las cuales no benefician a la legalidad y legitimidad electoral, aunque si favorece en terminos de gobernabilidad y de paz social. En este momento, dijo Sirvent, los partidos entablan negociaciones en torno a las reglas previas al proceso electoral y a los resultados mismos. Uno de los temas predominantes en esas discusiones son los argumentos de inconformidad con caracteristicas de contenidos plausibles; es decir, que poseen una cierta utilidad tactica y estrategica. "Y es en aras de esta utilidad tactica y estrategica que se da el contenido fundamental de esos argumentos", senalo. Advirtio que esos son razonamientos que muestran deficiencias tecnicas electorales reales. Defectos del entorno que caracteriza a los procesos. Discusiones que tienen una apelacion siempre al Presidente de la Republica y que no producen contrargumentos creibles por parte del gobierno. El doctor Sirvent establecio que en este contexto se crea un vacio y se producen negociaciones y un juego intenso de presiones. Los partidos de oposicion, en general, siempre apostaran, "con toda razon", a generalizar, delimitar y descubrir los puntos de conflicto, indico. La solucion que ha dado el gobierno en ese sentido, se basa fundamentalmente en la busqueda de una especializacion de las instituciones que intervienen en el proceso electoral. Sin embargo, el nivel que tiene la lucha politica, "llevaria a la conclusion de que aun logrando la m s alta profesionalizacion de los organos electorales, continuaran las impugnaciones, porque estas no se derivan de la busqueda de mayor democracia, sino porque forman parte de un conflicto y de una lucha de los partidos". El academico universitario manifesto categoricamente que aun avanzando en la legislacion electoral, en la especializacion y diferenciacion de los organos electorales, no seria suficiente para acabar con el debate en torno a la credibilidad electoral. "Los retos del 94 se resumen -dijo- en una preocupacion del PRI y del gobierno: como transitar hacia una mayor legitimidad de los procesos electorales, pensando en que el problema se deriva de una contradiccion entre reglas democraticas y negociaciones paralelas entre los partidos politicos". De ahi las dos respuestas que se dan para estos comicios: el seguimiento de pactos abiertos que comprometan a todos los partidos, y la participacion determinante de las organizaciones sociales (no partidistas y partidistas) como vigilantes en la calificacion de la credibilidad electoral. Es decir, concluyo el doctor Sirvent, "la otra tendencia podria ser articular a las distintas organizaciones promotoras de la democracia, para que pudiera, el dia del proceso electoral, vigilar la realizacion y anunciar, de manera no oficial, pero con una gran credibilidad, los resultados preliminares". Raul Correa Lopez. 07/27/9307/27/93. .