Presentaci¢n de Las transiciones a la democracia Ni autoritario cl sico ni democr tico el r‚gimen pol¡tico y social de M‚xico En las fuerzas pol¡ticas falta una institucionalidad imparcial y transparente, aform¢ Jos‚ Woldenberg Nuestro r‚gimen no es autoritario cl sico, pero tampoco es democr tico; creo que la normatividad y las instituciones dise¤adas en la Constituci¢n son democr ticas, y que muchas pr cticas, valores e instituciones existentes son autoritarias. Sin querer asumir una posici¢n r¡gida al respecto, el tr nsito que se est  viviendo en nuestro pa¡s consiste en el paso de lo que hasta hace algunos a¤os fue el sistema de partido casi £nico a un eventual sistema de partidos, pero que todav¡a est  inacabado." As¡ se expres¢ Jos‚ Woldenberg, profesor de la Facultad de Ciencias Pol¡ticas y Sociales (FCPyS), durante la segunda mesa de discusi¢n sobre el libro Las transiciones a la democracia, coeditado por la Fundaci¢n Mexicana Cambio XXI y el grupo editorial Miguel Angel Porr£a, el cual aglutina los trabajos del seminario del mismo nombre, efectuado el pasado mes de diciembre. Al referirse a la situaci¢n pol¡tica de nuestro pa¡s, Woldenberg apunt¢ que fue en 1977 cuando se dio una incorporaci¢n al entramado institucional de fuerzas pol¡tico ideol¢gicas a las que se manten¡a artificialmente marginadas; "esta incorporaci¢n dio paso a una mayor concurrencia de fuerzas pol¡ticas que fue modificando los t‚rminos e incrementando la competencia misma; sin embargo, no hemos llegado a un sistema de partidos cabalmente democr tico. "Y no se ha llegado porque las condiciones de la competencia son sumamente desiguales y porque no existe una institucionalidad imparcial, transparente, que d‚ garant¡as de que no se juega con uno de los competidores", concluy¢ Woldenberg. Por su parte Francisco Jos‚ Paoli, diputado por el Partido Acci¢n Nacional (PAN), se¤al¢ que Las transiciones a la democracia incluye en primer t‚rmino las visiones te¢ricas y experiencias de otros pa¡ses, destacando las de los llamados pa¡ses del socialismo real, cuyas dram ticas transiciones se estudian con variados matices. Esto se deriva del trabajo de Giuseppe di Palma, donde se argumenta que cada transici¢n tiene su propio camino, aunque existan muchas tendencias a encontrar regularidades absolutas de lo que puede ser el sendero de la transici¢n. Al resumir la teor¡a de este fen¢meno, el libro recoge la experiencia europea y muy marcadamente la italiana, la cual ha tenido una enorme cantidad de crisis, un desarrollo partidario y un r‚gimen parlamentario con constantes altibajos. En la primera parte del libro, continu¢ Paoli, los autores recogen y sintetizan desde su propia perspectiva, pero con gran fidelidad, la vasta literatura del tema, que incluye varias d‚cadas y publicaciones especializadas de las teor¡as y enfoques principales en diversos contextos. La segunda parte alude a las transiciones en Europa, haciendo hincapi‚ en la Uni¢n Sovi‚tica y Espa¤a, pero sin entrar en detalles; es hasta la tercera parte donde nos acercamos al contexto latinoamericano con los trabajos de Manuel Antonio Garret¢n, que se refieren de manera espec¡fica al caso de Chile; el de Francisco Jos‚ Paoli, que aborda al condicionamiento estructural del cambio, a la significaci¢n de los diversos actores pol¡ticos en esos cambios de Am‚rica Latina y a la cultura pol¡tica, y el de Diane Davis, quien estudia los procesos latinoamericanos de principios de siglo y que nos ubica ya sobre M‚xico. En la cuarta parte del libro se tocan espec¡ficamente las transiciones en M‚xico con los trabajos de Jos‚ Francisco Ruiz Massieu, Jos‚ Woldenberg, Carlos Castillo Peraza y Jaime S nchez Susarrey. Finalmente es Carlos Sirvent quien se encarga de la relator¡a del debate que se dio en el seminario y que gener¢ la publicaci¢n de esta obra que fue presentada. Durante su participaci¢n el doctor Carlos Sirvent, coautor de la obra, se¤al¢ que el libro se caracteriza por la alta calidad de los trabajos que la conforman, por el car cter diverso en las posiciones te¢ricas, y por ser plural en t‚rminos pol¡ticos. Asimismo apunt¢ que el debate del seminario se caracteriz¢ por cuatro puntos centrales a lo largo de su desarrollo: el estatuto te¢rico, la aplicaci¢n de este concepto al caso de M‚xico, la relaci¢n entre el cambio econ¢mico y pol¡tico y los retos futuros para el proceso de democratizaci¢n en M‚xico. Respecto al estatuto te¢rico se discute si el sistema de las transiciones es o no una teor¡a, para llegar a la conclusi¢n de que en la ciencia pol¡tica han surgido formas nuevas de abordar los temas en este rubro, las cuales ya no se apoyan en los marcos te¢ricos r¡gidos tradicionales. En su lugar, se ha generado una visi¢n m s estrat‚gica del an lisis pol¡tico. En t‚rminos de an lisis te¢rico, dijo Carlos Sirvent, las transiciones suponen el paso de reg¡menes autoritarios a otros democr ticos. En el caso de M‚xico, la discusi¢n radica en saber qu‚ tan autoritario o qu‚ tan democr tico es el r‚gimen para saber si estamos o no pasando por una transici¢n. En el sentido pol¡tico de la transici¢n existe un gran desacuerdo. En la ‚poca actual, por ejemplo, el Partido de la Revoluci¢n Democr tica (PRD) siempre ha afirmado que en M‚xico la transici¢n no ha empezado, ya que para ello se requiere, primero, la existencia de pactos para posteriormente generar el tr nsito a la democracia. Para Jaime S nchez Susarrey, cit¢ Carlos Sirvent, la transici¢n empez¢ desde el sexenio lopezportillista, con la reforma electoral y con la incorporaci¢n de las oposiciones para dar un car cter m s plural a la competencia. "En 1988 -continu¢ Sirvent- se da una ruptura y una redefinici¢n de la transici¢n para dar paso a lo que yo llamar¡a, ya no la incorporaci¢n de las oposiciones, sino la distribuci¢n del poder." Al hacer uso de la palabra el doctor Jos‚ Narro Robles, director de la Fundaci¢n Cambio XXI AC, destac¢ que no se puede hablar de transici¢n a la democracia en un pa¡s como el nuestro; en todo caso -dijo-, se hablar¡a de una transformaci¢n de la democracia. "Dado el significado del t‚rmino transici¢n -argument¢ el doctor Narro- en nuestro pa¡s no se est  viviendo un cambio radical: lo que se vive en la `vida democr tica mexicana' desde hace algunas d‚cadas es, m s bien, una `transformaci¢n del proceso democr tico'. "Este cambio se ha gestado paralelamente con reformas dentro de la sociedad y la vida entera de nuestro pa¡s, y existen indicadores que lo demuestran en la salud, el empleo y la educaci¢n, donde se han alcanzado grandes logros." Finalmente Narro Robles declar¢ que es innegable que en nuestro pa¡s se ha venido dando ese proceso democr tico, y que si bien, como cualquier proceso de esa naturaleza, es de orden perfectible, se tiene que seguir construyendo, pues responde a las necesidades hist¢ricas, sociales, econ¢micas, y a la evoluci¢n del estado actual de la sociedad mexicana. CREDITO = Esther Romero G¢mez .