deterioran  reas de alta productividad agr¡cola Debe el Estado atender las necesidades de vivienda de la poblaci¢n migrante Las personas que llegan a la ciudad ocupan ilegalmente terrenos que no son adecuados para el desarrollo urbano El crecimiento urbano en la zona metropolitana de la ciudad de M‚xico ha excedido la capacidad del Estado para enfrentar las demandas sociales de la poblaci¢n migrante y de bajos recursos, toda vez que ‚sta se increment¢ casi 10 veces en 50 a¤os: "pas¢ de un mill¢n 640 mil 314 habitantes en 1940 a 15 millones 626 mil en 1990". Incapacitada para resolver sus necesidades de vivienda esta poblaci¢n ha recurrido a la ocupaci¢n ilegal de terrenos - ubicados principalmente en la periferia de la ciudad- poco propicios al desarrollo urbano: inadecuaci¢n f¡sica, social y econ¢mica; adem s de que ha provocado el detrimento de  reas de alta productividad agr¡cola o rica variedad bi¢tica. Lo anterior se desprende de un estudio que sobre la vulnerabilidad urbana de la ciudad de M‚xico presentaron los catedr ticos Sergio Puente y Roberto Eibenschutz, de El Colegio de M‚xico y de la Universidad Aut¢noma Metropolitana, respectivamente, durante su participaci¢n en el simposio internacional Riesgos naturales e inducidos en los grandes centros urbanos de Am‚rica Latina, organizado por el Instituto de Geof¡sica (IG) de la UNAM y el Cenapred. El trabajo, expuesto por el doctor Sergio Puente en el auditorio del Cenapred, destaca los asentamientos en terreno de baja resistencia s¡smica, ocupados anteriormente por lagos, o en laderas de aguda pendiente; zonas de alto riesgo en donde la prestaci¢n de servicios es dif¡cil y costosa. Se puntualiza que "este precario y an rquico crecimiento urbano ha hecho altamente vulnerable a la ciudad ante fen¢menos naturales". A ello hay que sumar las frecuentes inundaciones y deslizamientos de terrenos durante la ‚poca de lluvias, que implican importantes costos econ¢micos y sociales". Los investigadores Eibenschutz y Puente afirman que el establecimiento de asentamientos humanos en terrenos geom¢rficos, que de antemano se sabe son de alta vulnerabilidad, no deber¡an permi<~>tirse. Agregan que la permisividad de las autoridades ante este tipo de situaciones m s que constituir un acto de justicia social, considerada una forma de atender las necesidades de vivienda de la poblaci¢n de bajos ingresos, "deber¡a ser evaluada como un acto de doble irresponsabilidad: social y financiera". Los acad‚micos universitarios presentan en su ensayo una aproximaci¢n conceptual acerca de la vulnerabilidad del proceso social de producci¢n del espacio urbano, aunque aclaran: "el trabajo reposa en el supuesto de que la vulnerabilidad urbana no est  determinada exclusivamente por la magnitud del fen¢meno natural en cuesti¢n, sino igualmente por las caracter¡sticas socio-espaciales del sistema urbano para resistirlo, de su capacidad de homeostasis, la cual puede disminuir o incrementarse en funci¢n del comportamiento de sus factores constitutivos y de sus interrelaciones". La capacidad de homeostasis, agregan, define inversamente el grado de vulnerabilidad del sistema, determinaci¢n mutua que permite hacer una distinci¢n sustantiva entre un fen¢meno natural y un desastre o cat strofe de origen social. Despu‚s de un minucioso an lisis acerca de los fen¢menos naturales y los desastres, los investigadores intentan describir las condiciones internas de homeostasis del sistema que los provoca, y se¤alan que debido a la heterogeneidad interna y aguda polarizaci¢n socio-espacial que caracteriza a las ciudades de los pa¡ses en v¡as de desarrollo, "el concepto de vulnerabilidad no puede concebirse como homog‚neo para toda la ciudad". Junto a esto, el estudio apunta: "cualquier an lisis orientado a determinar la vulnerabilidad urbana debe encuadrarse en la l¢gica del proceso de producci¢n social del espacio y de su impacto sobre el medio ambiente, principalmente el circundante, que inevitablemente incorpora y transforma". En cuanto vulnerabilidad urbana en la zona metropolitana de la ciudad de M‚xico, la ponencia recoge informaci¢n sobre las delegaciones pol¡ticas de m s alta vulnerabilidad, destac ndose en orden decreciente: Gustavo A. Madero, Iztapalapa, Venustiano Carranza, Cuauht‚moc, Azcapotzalco y Alvaro Obreg¢n. Asimismo, se establece que en una compleja y polarizada situaci¢n urbana, como la ciudad de M‚xico, es imperativo determinar prioridades; no obstante que el nivel de vulnerabilidad urbana puede ser reducido incorporando nueva tecnolog¡a orientada al reforzamiento de la base material de la ciudad. En su estudio los investigadores Eibenchutz y Puente estiman que una coherente y s¢lida planificaci¢n es indispensable en la reducci¢n de ese problema. " Esto es particularmente cierto en los pa¡ses en desarrollo como M‚xico. "El Estado -concluyen- debe asumir, con la prioridad que amerita, esta responsabilidad de planificaci¢n metropolitana, asign ndole los recursos econ¢micos necesarios y las facultades de coordinaci¢n operativa intersectorial y no necesariamente normativa." Ra£l Correa L¢pez. .